Era el año 1911 cuando el cine pasó a ser considerado como el séptimo arte. Fue Ricciotto Canudo, considerado uno de los primeros teóricos cinematográficos, el que utilizó por primera vez ese termino para referirse al cine en su ensayo “Manifiesto de las Siete Artes”. Es a partir de entonces cuando el cine deja de ser algo meramente comercial  para pasar a ser un arte inspirado sobre todo en la literatura y en el teatro. Dice Tomás Valero Martínez, autor del libro Historia de España Contemporánea vista por el cine, que el cine adquirió de la literatura una narrativa propia, y del teatro la puesta en escena, creando así el cine de ficción y el de no ficción.

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Este séptimo arte pasó rápidamente a ser un medio de comunicación de masas y a tener un uso didáctico. Se convirtió en una forma de expresión no sólo artística, si no también histórica e ideológica. Esteve Riambau, crítico y realizador cinematográfico además de historiador, dijo que «Todo film constituye un reflejo histórico del contexto en que ha sido realizado. Si ademas, este film aborda un tema histórico pretérito, la articulación cine/historia se produce a un doble nivel: el del film como instrumento de análisis y reproducción de un hecho histórico, y también como paralelo reflejo contemporáneo de las circunstancias históricas en el momento de su producción», y es así sobre todo si tenemos en cuenta que es muy difícil que el creador de una película no influya psicológicamente en el film; siempre hay algo de él, de su vida, de sus ideas, de su entorno, plasmadas en el film. De modo, que es muy común que una película se convierta en conductor ideológico y nos transmita una serie de ideas. En este punto es donde se sitúa el cine anarquista, como un intento de mostrar al público las luchas que han tenido lugar, las ideas de este movimiento/filosofía, el compañerismo por parte de directores no anarquistas hacia los ideales de éste, e incluso la oposición y la disconformidad con el movimiento. El cine anarquista no engloba tan solo a películas realizadas por directores anarquistas, si no también a esas películas que realizadas desde fuera, muestran al movimiento de diferentes formas y con diferentes discursos. Es así como este tipo de cine confirma la opinión de Riambau, ya que nos muestra un determinado contexto histórico, con sus singularidades y sus circunstancias.

A lo largo de la serie de Anarquismo y Cultura: Cine, intentaré mostrar las diferentes formas en que se ha mostrado el anarquismo desde el cine, qué directores lo han hecho y el cómo lo hicieron, ¿apoyaban o ridiculizaban al movimiento y a sus ideales? Incluso intentaré contestar a la pregunta que me ha ido surgiendo a medida que estaba preparando este bloque: ¿cómo influyó estas películas en el imaginario colectivo?

Amalia Cocco