El trabajo que se esconde detrás de las producciones culturales es invisible. A las seis menos cinco de la tarde, la sede de Imaginason Audiovisual es puro nervio. Quedan pocas horas para el estreno de La Caja de la Semana Santa y todo son prisas. Se juntan retoques, compromisos y atención a los medios. El teléfono suena constantemente. Antonio Casado y José Carlos Guerra-Librero, director y productor de esta multivisión en 360º, ultiman detalles mientras cumplen con todo el protocolo que rodea a los grandes proyectos. Tienen la madurez que aporta un amplio bagaje a sus espaldas y la serenidad de quien cree en lo que hace. También se deja sentir la responsabilidad: no hay periódico que no haya les dedicado un titular y la Sevilla cofrade espera ansiosa el estreno. Estarán desde el lunes 2 de marzo hasta el 2 de abril, Miércoles Santo, en la Plaza Mayor de las Setas de la Encarnación. Así es, según sus autores, La Caja de la Semana Santa.

 

Pregunta: Entendiendo el juego de palabras, ¿cómo se mete la Semana Santa en una caja?

Antonio Casado: La caja es el envoltorio y el continente del audiovisual. ¿Por qué no? La Semana Santa se ha hecho a nivel de videos y de multitud de formas. Esta es una forma más de presentarla. Ni más, ni menos.

José Carlos Guerra-Librero: La idea de la caja es poner al espectador en medio, rodeado de imágenes por todas partes. No hay sillas, la gente no está sentada. No es un sitio donde tú llegas y te pones delante de una proyección sino que tú estás inmerso en la multivisión.

P.: En una entrevista que concedió al programa La Mañana de COPE Sevilla, Francisco Robles apuntó que iba a ser como estar en una bulla. Salvando las estrecheces y las lógicas diferencias, ¿cómo es la experiencia que se pretende trasmitir?

A. C.: En la Caja bulla como tal no hay (risas). Los espectadores caben perfectamente. Se está buscando que la gente se envuelva de la Semana Santa, de las pantallas, del ambiente. Se quiere meter al espectador en la historia, en las sensaciones de la música, en el espíritu que reflejan las propias imágenes. La bulla no está contemplada como tal.

J. C. G.: La Caja es el medio, el concepto general es la ciudad en el tiempo. Esperamos, si todo va bien, que el año que viene se llame no sé qué y haga referencia a otro concepto. Este año la semana de la Semana Santa no es la protagonista del tinglado, el centro es cómo se vive la Semana Santa todo el año.

P: Una de las ideas propuestas, a partir de la pregunta ¿qué es la Semana Santa?, es presentar cómo es la Semana Santa cuando no es Semana Santa…

A. C. El concepto hacia dónde va dirigido el audiovisual, como has dicho, es ¿qué es la Semana Santa? A través de esta pregunta, una de las respuestas es que la Semana Santa no es solo una semana al año sino que es 365 días al año. El audiovisual no está visto desde la vivencia del cofrade sino desde la vivencia de la fe en las imágenes. No es la vivencia de una casa hermandad, ni de una cuadrilla de costaleros, ni del ambiente de una banda. Es la vivencia desde la perspectiva de la imagen, desde la devoción y de la fe. Parte de las iglesias, donde se vive realmente la Semana Santa, no en una casa hermandad ni en un local de ensayo.

P.: Francisco Javier Carretero “El Carre”, armao dela Macarena que volvió de los brazos de la muerte, explicaba en una entrevista hecha por Juan Miguel Vega que él no sabía si creía en Dios o no, que él en lo que creía era en la Virgen de la Esperanza. ¿Cómo se entiende esta relación que tiene el sevillano con sus imágenes?

A. C. La raíz de la fiesta es la creencia y la religión en sí. A partir de ahí se divide en un árbol genealógico con diversas ramas: la familia, la relación por amistad, la cultura, el arte… Hay muchas ramas por la cual tú llegas a tener devoción a una imagen pero la raíz de todo está en la religión, eso no se debe olvidar. Y en el audiovisual tampoco se olvida. Lo que sí es cierto es que en esa raíz está reflejado el sentimiento de cada devoto, de cada sevillano, de cada persona que viene de fuera de Sevilla.

P.: La espiritualidad es uno de los objetos clave de la producción. ¿De qué forma se plantea algo tan intenso y complejo en una multivisión?

A. C.: Ni somos teólogos ni vamos a hacer Teología. Nosotros no buscamos la espiritualidad, nosotros la retratamos. Ni somos artistas de la talla, ni somos sacerdotes. La imagen, a cada persona que la ve, le despierta una cierta sensación, sea un devoto o sea una persona que le tiene un cariño a la imagen. Eso, con el texto y con la música, crea una atmósfera, una sensación envolvente que es el espíritu que creemos que genere la Caja.

P.: Las imágenes, debo decir, son impresionantes. Habéis grabado con drones y con cabezas calientes en formato UHD, empleando técnicas muy avanzadas. ¿Podríais explicarme cómo ha sido el proceso de grabación y producción?

J. C. G.: Digamos que no hemos puesto límites. Antonio, que es quien lleva la dirección, ha elegido según su criterio la iglesia a la que había que ir, la imagen que había que filmar y si esta se grababa con trípode, con cabeza caliente, con dron o con ronning, que es un sistema de estabilización. Y bueno, ya te digo, no hemos querido poner cortapisas y hemos puesto lo que ha hecho falta en cada momento. Ha sido un despliegue de medios técnicos importante. La propia grabación en 4 k no se había puesto nunca en práctica antes en grabaciones de este tipo. Estamos ante una proyección multipantalla que a mí me gusta llamar multivisión. Se va a proyectar con 14 proyectores, sonido envolvente… Va a ser una imagen panorámica, como un cinemascope, formada por una enorme suma de pixeles. Por eso hemos tenido que rodar en 4 k y todavía hemos tenido que estirar algunas imágenes.

P.: La labor de producción también habrá sido compleja…

J. C. G.: Sí, pero hemos contado con todas las facilidades.

A. C.: Gracias al Arzobispado, a través del delegado episcopal de Hermandades y Cofradías Don Marcelino Manzano, hemos tenido todas las facilidades para poder grabar en las diferentes hermandades e iglesias. Hemos tenido que grabar cuando los templos estaban cerrados, horas de madrugada, horas muy tempranas de la mañana, a mediodía… También hay que agradecerle a las hermandades que nos han abierto las puertas y que no han puesto ningún tipo de impedimento a la hora de grabar estas imágenes en un tiempo record, pues como en todo en la vida siempre se va tarde.

P.: El año pasado ya hicisteis una especie de ensayo general en el Exaltación de Nuestra Señora de la Encarnación de San Benito. Fue eso una vuelta de tuerca a un concepto que ya estabais trabajando en Tele-Sevilla o en su canal de YouTube. ¿Necesita la Semana Santa de Sevilla una renovación artística con planteamientos como el que ustedes realizan?

A. C.: Lo del año pasado era un intento, una especie de avance de lo que vamos a hacer esta Cuaresma. En cualquier caso, el sentido no es hacer nada para salirnos de la norma. Es una idea que se tiene y se lleva a cabo. Se tienen un montón de ideas pero para llevarla a cabo se necesitan varias cosas: tener la idea, tener dinero para hacerla y tener la gente para ejecutarla.

A. C. G.: Y ser unos inconscientes…

A. C.: Y ser unos inconscientes, porque en la época en que estamos es difícil sacar un reto como este. Somos todos gente de aquí de Sevilla, con años de bagaje, cierto, pero es un proyecto bastante costoso. Hemos podido llevarlo a cabo gracias a patrocinadores como Vodafone, El Corte Inglés, CajaSur y las empresas públicas como Emasesa, Tussam y Lipasam. El precio módico de la entrada, tres euros, es significativo. Creo que se debe de pagar para que la obra tenga un respaldo por parte de la gente. Lo gratis no se valora. Y aunque cueste tres euros y esté la cosa mala, tres euros es lo que vale una tapa con una cerveza. Y ni eso. No debe ser una excusa que cueste tres euros para que la gente no vaya.

P.: En el video hay una serie de elementos comunes como la nostalgia o la ilusión. Cuando se pregunta, como hacéis en esta multivisión, sobre qué es la Semana Santa, resulta inevitable manejar emociones. ¿De qué forma las habéis manejado?

A. C.: El guion es obra del compañero y amigo de Diario de Sevilla Diego Jesús Geniz y, no porque lo haya escrito él, es un gran texto. Conceptualmente el texto es de los dos pero él le aporta el nivel literario. Para estar a la altura de las imágenes sagradas el texto, la música y la propia grabación deben tener un gran valor. Diego ha conseguido esto inspirándose en los grandes clásicos de la literatura sevillana. No de la literatura cofrade. Estamos hablando de Cernuda o Montesinos, que escriben bien sobre la Semana Santa o sobre cualquier ámbito de la vida.

P.: Uno de los puntos fuertes de esta producción, ya anticipada en trabajos anteriores, es la ruptura con los elementos y topos tradicionales de este tipo de trabajos. ¿Le falta fusión a la Semana Santa?

A. C.: No sabría decirte porque no soy ni inventor ni innovador. En Semana Santa innovar es muy complicado. Porque, ¿a qué se le llama antiguo-rancio? A mí me encanta escuchar a Mozart y me encanta escuchar música actual, como los Rolling Stone. No tiene nada que ver una cosa con la otra. A mí me encanta escuchar Amarguras, Virgen del Valle o Soleá dame la mano, que son músicas que no tienen edad.

J. C. G.: Hoy ha dicho el alcalde que tratar de Semana Santa con las nuevas tecnologías no es una contradicción. Yo creo que las tecnologías tienen el deber de tratar cualquier cosa de la vida y este tema es uno más. Antes se hacía en VHS y ahora se hacen estas producciones.

A. C.: Lo que es antinatural es que un pregón de la Semana Santa se esté celebrando como hace ochenta años. Eso sí que es antinatural. Pero esto no es una innovación. Hace ochenta años no existía la televisión y ahora podemos ver cosas al momento hasta en Internet. Hay cosas, como el pregón de la Semana Santa, que están en Jurassic Park. Cambiar esto no es innovación, es adecuarse a los nuevos tiempos. El género pregón viene del pregonero, un oficio ya inexistente. En realidad, nosotros tampoco hemos innovado nada. Con la música, por ejemplo, lo que hemos hecho es darle un tinte cinematográfico, algo que no es nada nuevo. La música busca crear ambiente y acompañar a las imágenes. Es una música cinematográfica con guiños a la Semana Santa.

P.: La Semana Santa es uno de los motores económicos de la ciudad, yo diría que prácticamente de los únicos. Desde la gestión cultural, ¿es rentable plantear cosas desde la Semana Santa? Porque al fin y al cabo esto es una empresa.

J. C. G.: Obviamente, nosotros no vivimos de la Semana Santa. También es verdad que esto no se ha planteado nunca como un negocio. Los costes son muy grandes y conseguir rendimientos es muy difícil. Esto se ha hecho porque a Antonio se le ocurrió un día plantearme por qué no hacíamos una cosa así, pero de esto no nos vamos a hacer millonarios. De hecho, el patrocinio no cubre el presupuesto.

A. C.: Nosotros podemos trabajar en cualquier cosa. Podemos hacer un video de Semana Santa, un video sobre el Betis, uno sobre la Feria o elaborar una producción sobre el cosmos. Nosotros hacemos lo que nos encarguen. Esto no es un hobby.

J. C. G.: En este caso hay que decir que Antonio es un gran conocedor de la Semana Santa. Si no el proyecto no se hubiera podido hacer…

A. C.: Hemos hecho proyectos de todo. No voy a contar ahora cuales. Hay muchos que, cuando empiezas, dices “yo no tengo ni idea de cómo meterle mano”. Como todo en la vida, tienes que estudiar lo que vas a hacer, tienes que contactar con expertos… En este caso no hemos tenido que acudir a nadie porque muchos de nosotros somos cofrades. Diego es cofrade, José Carlos va camino, Miguel Ángel Moreno también es muy cofrade, igual que la gente del equipo… No hemos tenido que buscarnos a una tercera persona que nos haga ese trabajo de empaparnos de algo que no sabemos. Lo que sí es verdad es que la Semana Santa es uno de los motores de la ciudad. Se ven un montón de tiendas cofrades, de páginas webs, un gran movimiento de bandas, empresas audiovisuales… y los artesanos, que también tienen que vivir. Eso de no encargarles obras a los artesanos porque estamos en crisis es una barbaridad. Me parece muy bien que se dé dinero a los necesitados pero los artistas también son “necesitados”. Igual que nosotros (risas). Todo el mundo tiene la necesidad de vivir de su trabajo. Nosotros hacemos esto porque es un proyecto válido a nivel profesional, nos apetece y, para que nos vamos a engañar, nos permite sacarnos un sueldo. Como cualquier negocio, entraña un riesgo: puedes ganar y puedes perder dinero.

P.: Para acabar, y aunque ya me habéis contestado en parte, ¿tenéis en mente continuar el proyecto en un futuro?

A. C.: En mente tenemos ahora mismo arrancar el lunes y, una vez arrancado, ya veremos qué pasa.

J. C. G.: Esto es un proyecto tan gordo que sería una pena si se quedara aquí. Digamos que esto es una puesta en marcha. Si pudiera tener una continuidad estaríamos encantados. De hecho, alguna ciudad se ha interesado por el proyecto. El tiempo lo dirá.

Francisco Huesa (@currohuesa)