Acaba de aterrizar en los cines la comedia ‘3 bodas de más’, en la que la sevillana Inma Cuesta interpreta a una joven con mala suerte con los hombres

Mal asunto se presenta cuando tu reloj biológico sigue avanzando y lo que te pide la vida, una boda, no llega. Lo peor es que ese tipo de eventos sociales sí llegan a gente de tu alrededor e incluso a tus ex, unos ex que son dignos de exponerse en un museo por lo raros que son. Ése es el principal eje de la nueva película de Javier R. Caldera, 3 bodas de más, que hace apenas unos días recalaba en los cines españoles.

La actriz Inma Cuesta, conocida en la pequeña pantalla por su papel de Margarita en la serie ‘Águila roja’, interpreta a la protagonista de este filme que a ratos es romántico y a ratos no, porque también hay evidencias de otros géneros que se dejan al descubierto. Cuesta encarna a la científica Ruth, una joven investigadora en la universidad que según sus parejas tiene una vida anodina porque se acomoda a ellos, se amolda hasta tal punto que se mimetiza y la relación pierde su encanto. La chica tiene mala suerte con los hombres, sin embargo, es la perfecta amiga que hace madurar o crecerse, si no, no se explica por qué de golpe y porrazo la invitan en un plazo bastante corto a tres bodas, incluso el tercero de tus novios con el apenas ha roto hace unos pocos meses.

Mientras se recrea en su desazón, Ruth tiene tiempo de conocer a un playboy con el que termina en la cama tras una noche de borrachera, algo más que sumar a su historial, así como a un nuevo becario que acaba de llegar a su oficina a alegrar con sus bromas y su presencia (Martiño Rivas cada vez gana más admiradoras) la investigación sobre langostas que lleva a cabo. Su becario es precisamente el que la acompañará a pasar el trance de superar al menos dos de los enlaces a los que tiene que acudir, incluido el de un novio transexual (protagonizado por la modelo Laura Sánchez) que humillaría a cualquier mujer porque la ahora novia está mucho, muchísimo más buena que tú.

Paco León también aparece en este filme del director de Spanish movie metiéndose en el papel de un surfero desfasado y pasado de todo pero que sigue viviendo a tope. De hecho, es en esa boda donde Ruth parece que va a conocer a la persona que puede cambiar su vida y darle un poquito de luz al final del túnel, aunque como todo eso y más en las relaciones personales, será o serón. No todo lo que reluce tiene que ser oro, está claro. Y más cuando el hombre de tus sueños siente un flechazo por ti en una boda y cuando ingiere un bizcocho ‘aliñado’ se lanza a tener algo contigo. El galán, en este caso, se llama Jonás y es el papel en el que se mete Quim Gutiérrez, que ya hizo de pareja de Inma Cuesta en otro filme español con corte de comedia romántica, Primos.

La película, y más en estos días de frío, es una de las citas que apetece para echar unas risas y pasar un rato entretenido. Tampoco se le puede pedir más, pero seguro que a más de uno se le escapa media sonrisa con la banda sonora, pues incita a recordar algunas de las canciones que recuerdan a la década de los 80 y 90, canciones del grupo Texas, por ejemplo, o del incombustible grupo Europe con su segundo éxito más sonado, ‘Carrie’. Precisamente esa especie de himno, más que los comentarios de su propia madre (Rossy de Parma) son los que de una vez por todas abren los ojos a la bióloga marina que decide un buen día armarse de valor, no sin antes ‘liarla parda’ con un vídeo en youtube que recibe más de seis millones de visitas en apenas unos minutos. ¿Qué es lo que ocurre en ese vídeo? ¿Terminará la investigadora con ese papel de mujer al que siempre y por defecto le parten el corazón?

Para conocer las respuestas a todas esas preguntas vayan al cine, seguro que pasan un rato entretenido.

Noemí González

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