Yugoslavia… ¿quién, aún, se acuerda de que existió? ¿Quién, acaso, se acuerda en este país de ese conflicto y de esa mancha roja en el historial de la UE? A algunos incluso les sonará a chino, pero este momento oscuro de la historia europea es bastante reciente, demasiado incluso como para hacer oídos sordos y girar la cara. Y son unos hechos que habría que recordar a la población pero que habría que recordar sobre todo a las grandes potencias europeas que hoy en día tanto dicen que actuarán en Ucrania, pero que una vez más, sus palabras se las lleva el viento; habría que recordarles lo que puede suceder si esperan a ver que hace Rusia…

La República Federal Socialista de Yugoslavia ya no existe desde el año 2003 cuando la última de sus repúblicas cambio su nombre por el de Serbia y Montenegro. Antaño había sido una unión de seis repúblicas (Bosnia y Herzegovina, Eslovenia, Croacia, Montenegro, Serbia y Macedonia) y dos provincias (Kosovo y Vojvodina). La RFSY se ubicaba en la zona de los Balcanes, el famoso polvorín de Europa.

 

Yugoslavia 1945-1991

 

Cuando hablamos de Europa solemos pensar en el continente o en la Unión Europea. Esto suele ser un problema debido a que incluso el continente no es tan obvio (¿Turquía que es?), y a que la UE, desde su creación, ha venido monopolizando el concepto de Europa, hasta tal punto que se excluye de ella a aquellos países que no formen parte de la unión. A raíz de la existencia de ésta, se fue formando una “geografía moral” del continente (Boatca, 2010: 194), que tuvo mucha influencia en la política identitaria de los países que no formaban parte de la UE. La “geografía moral” representa simbólicamente el discurso jerarquizador, legitimado y de superioridad, de los países miembros. Esta geografía hacía una distinción entre los países modernos, democráticos, pacíficos y superiores -los de Occidente- y los bárbaros, los violentos e inferiores, que por norma general se encontraban en la zona de los Balcanes. Esta zona ha sido a menudo retratada como infeliz y como causante de guerras, incluso de hacer estallar la Primera Guerra Mundial. Los Balcanes eran -y sigue siendo- un cúmulo de diferencias étnicas, culturales, religiosas, lingüísticas, entre otras cosas, cuya interacción y división, podía crear conflictos (y de hecho, los creó), pero para Etienne Balibar, esta zona era tan solo un reflejo de lo que era Europa: una Europa múltiple que actuaba como un centro de tensiones producidas por la diversidad étnica y multicultural.

Desde hace mucho tiempo existe la dicotomía Oeste – Este, siendo Oeste la civilizada y el Este, la bárbara. Se dice que uno de los orígenes de esta división europea se fundamenta en la cercanía geográfica e histórica de la Europa del Este con respecto a Oriente. En el siglo XIX, el discurso orientalista existente, influyó en las categorías europeas de distinción, Occidente y Oriente. Estas dos categorías tuvieron gran importancia en la identidad cultural y geopolítica de Europa y, posiblemente, marcarían la historia del continente e incluso del mundo. “Al igual que el Oriente, los Balcanes sirven como repositorio de características negativas, a partir del cual se construye una imagen positiva de Europa. El Oriente y el orientalismo adquieren valor como unidades semánticas independientes, mientras que los Balcanes siguen cautivos de Europa: son su anti-civilización, su alter ego, el lado oscuro en su interior” (Todorova, 2004: 235 En Boatca et. al. 200). Los Balcanes nunca pudieron ser catalogados de un Otro completo, ya que, aparte de estar en un mismo continente geográfico, la mayoría sus habitantes eran blancos y cristianos, por lo que cumplían algunas de las categorías raciales y culturales indispensables para ser considerados europeos. No es de sorprender que desde la UE, se haya intentado europeizar al Este como“instrumentos de Orientalismo”(Borocz, 2001: 6 En Boatca, et. al. 202). Este hecho se puede apreciar en que la Unión Europea ha intentado expandirse hacia el Este, admitiendo dentro de la unión a algunos de los países que hay en la zona, y excluyendo a otros, con el ejemplo de Turquía. En esta selección, se pueden apreciar diferentes grados de orientalismo, y da a entender que, dependiendo de él, entran en la UE antes, después o nunca los diferentes países. Primero fue Rumanía y Bulgaria; y los últimos en negociar la entrada fueron Macedonia y Croacia; en cambio, Turquía, tras veinte años de negociaciones, se ha quedado fuera.

 

Mostar Köprüsü, Bosna Hersek

 

La República Federal Socialista de Yugoslavia, con el mariscal Tito al mando, se creó después de haber sufrido las invasiones de Alemania, y de otros países del Eje, como Hungría e Italia, durante la Segunda Guerra Mundial. En esa época, existía el Reino de Yugoslavia, pero tras la guerra quedó desmembrado. Pasada esta, en 1946, se formó una nueva Yugoslavia, cuya constitución acabó modificando el nombre por la de República Federal Popular de Yugoslavia. Quedaron, bajo un mismo gobierno, países con una gran variedad multicultural y multiétnica, que mas tarde acabarían creando las tensiones que llevaron al conflicto yugoslavo de la década de los 90, con Slobodan Milosevic al poder; un conflicto que puso contra la pared la eficacia de la Comunidad Europea. El desmembramiento de la RFPY, las guerras que lo acompañaron y la limpieza étnica que hubo, sucedieron en un periodo en el cual la CEE intentaba abrirse paso a nivel mundial e intentaba demostrar su poderío y vieron en este conflicto la posibilidad de demostrar su capacidad de solución de conflictos bélicos y de actuar como una gran potencia a escala internacional. Pero fallaron. Fueron incapaces de proponer soluciones políticas y de asumir responsabilidades en la lucha de los derechos humanos y del incumplimiento de estos en la RFPY. Por lo que se puede deducir que las grandes potencias europeas fueron las culpables, en cierta medida, de la gravedad del conflicto y sus posteriores consecuencias. Los Balcanes se convierten, una vez mas, en la oveja negra de la familia europea y los que la ponen en entredicho a nivel internacional.

Amalia Cocco