Bético razonable, sentimental y comprometido, José Manuel Boza es uno de los cinco fundadores y administradores de beticismo.net, premiado como mejor blog deportivo de Sevilla en 2013. Sacándole horas al día ha coordinado Beticismo 2013/14. Regreso al Infierno (Editorial Alfar), un libro que repasa con sal y pimienta el despropósito de la última temporada del club verdiblanco.

 

-Por comenzar la entrevista con una pregunta difícil, ¿qué es el Betis?

-Vaya pregunta para empezar. Bueno, decir que el Betis es más que un club o más que un equipo de fútbol es una tontería. El Betis es no es más que un equipo de fútbol, un club deportivo que gracias a su historia, al devenir de los años y a las cosas positivas y negativas que le han pasado, ha dejado marcado a sus aficionados. El Betis es algo que nos ha estigmatizado y nos ha convertido en unos aficionados fieles que llevamos al club más allá, transformándolo en una religión, en algo nuestro que llevamos dentro.

Yo diría que el Betis es cada bético, la forma de vivirlo y de sentirlo de cada uno, por encima de once jugadores que saltan al campo o de una directiva.

-¿Y el infierno?

-El Betis también (risas). El Betis es el paraíso y el infierno. El Betis nos hace disfrutar mucho con cuenta gotas, en muy poquitas ocasiones, y muchas veces nos lleva al infierno, como en este caso.

-Me imagino que de ahí sale el título del libro, Beticismo 2013/14. Regreso al Infierno.

-El título del libro viene a significar precisamente eso. Estábamos en un paraíso, clasificados para la Europa League y jugando bien, y en un año hemos regresado a un infierno por el cual ya habíamos pasado y al que no queríamos volver. Pero hemos vuelto.

-Cómo le explicaría a alguien que no es bético que un equipo que acabó la temporada anterior en puestos europeos, haciendo partidos con buen juego y despertando cierta admiración en el mundo del fútbol, acabe la temporada siguiente bajando a Segunda División varias jornadas antes y con uno de los casillero de puntos más pobres de la historia de la Liga.

-Te prometo que me han hecho esta pregunta en varias ocasiones y no lo he logrado. Bueno, yo he intentado explicarlo, pero no he conseguido que las personas a las que les hablaba me entendieran. Una de las cosas que tiene el Betis es que para comprenderlo y conocerlo hay que ser bético. Además, lo que ha pasado es increíble. Para alguien que no sea bético, como yo, como los 40.000 que van al estadio o como los cientos de miles de béticos que hay repartidos por el mundo, no tiene sentido. Es imposible de comprender para alguien que no sea del Betis y no sepa todas las cosas que le han pasado. Yo no me veo capaz ni he sido capaz de transmitirle a los no béticos lo que nos ha ocurrido en este pasado año.  

 10818742_825145740881254_993499509_n

-Más allá de explicaciones, ¿qué pasó?

-Eso precisamente es lo que tratamos de explicar en Beticismo 2013/14. Regreso al Infierno. El libro aborda el tema de una forma no futbolística, alejada de comentarios técnicos. En beticismo.net tenemos colaboradores como Fernando Fedriani, que reflexiona sobre lo que pasa en el campo de forma poética, tratando de expresar con su prosa, porque es escritor, lo que ha sentido en el campo. Es ver el partido desde los ojos de un bético. Otros autores como Chema de Aquino, Reyes Aguilar o David Solis (quien publica viñetas casi todos los viernes) aportan sus historias en diferentes momentos de la temporada.

Así el libro acaba siendo un recorrido de la temporada en el que se aprecia cómo van cambiando los estados de ánimos de los béticos, desde la ilusionante primera jornada frente al Real Madrid hasta la desesperanza total del último partido. Es la temporada del Betis sentida por béticos.

-En esa evolución, tal vez el punto definitivo de inflexión sea la destitución de Pepe Mel. ¿Tan importante era Mel como para que todo se desmembrara con su salida?

-Buena pregunta (piensa). Aquí voy a dar mi opinión. Con respecto a Mel hay opiniones encontradas, casi antagónicas. Yo soy de los que piensa que Pepe Mel ha sido muy importante en el resurgir del Betis, en el ascenso a Primera. Hizo una labor importantísima en las siguientes temporadas al ascenso y fue el único que dio la cara en un momento muy difícil para el club. Luego están sus fortalezas y sus debilidades como entrenador. Yo soy muy crítico con él en algunos aspectos técnicos porque no me gustaron algunas cosas que hizo en el terreno de juego.

Sobre si fue decisiva su salida… Yo creo que no. Yo pienso que todo se estaba desmoronando ya y que Mel tampoco está exento de responsabilidad. Él tragó con los fichajes que se hicieron esa temporada y empezó a entrenar un equipo que era el suyo. El equipo no respondió y él no fue capaz de enderezar el rumbo. Y como pasa en todos los equipos del mundo cuando las cosas van mal, se echa al entrenador. Lo que ocurrió fue que, desde ese momento, se sucedieron los despropósitos uno tras otro, como un castillo de naipes que se caía. Pero yo opino que no todo fue porque se echara a Mel, sino que su destitución fue una consecuencia más de lo mal que estaba estructurado el club.

-Tras Mel llega Garrido, la destitución del director deportivo Vlada Stosic, la marcha del interventor judicial… ¿Cómo vivió el beticismo esos días de confusión, dudas sobre comisiones incluidas?

-Personalmente lo viví con mucha tristeza porque te dabas cuenta que todas las ilusiones que se habían generado, que nosotros desde beticismo.net hicimos crecer, eran humo. Al final ni las estructuras eran tales, ni los dirigentes eran tan claros y tan limpios como decían. Hoy todavía hay dudas sobre el anterior interventor judicial, sobre el expresidente Miguel Guillén o sobre si Garrido se llevó dinero en el traspaso de Leo Baptistao. Era frustrante ver que, en el momento en que empezábamos a sacar cabeza, nos caíamos con todas las de la ley.

-Luego llega Calderón, un parche para intentar salvar la temporada. ¿Estaba capacitado Calderón para entrenar al Betis?

No. Calderón, por su currículum, no estaba preparado para un club con la exigencia del Betis ni para aguantar la presión en una liga como la española. La prueba es que Calderón, cuando ha vuelto a entrenar, lo ha hecho con equipos de segunda fila, en Asia.

Lo que se esperaba con Calderón era dar a la desesperada con alguien bético, que levantara simpatía y que hiciera de pantalla frente a la directiva, tal como hacía Mel. Se intentó. Podía haber salido bien y salió mal. Calderón fue más psicólogo que entrenador de fútbol y aquello no tuvo buen final.

-Se habla mucho de la conveniencia de hacer funcionar a los clubes de fútbol como empresas. ¿Funciona el Betis como una empresa?

-El Betis ha querido funcionar como una empresa porque históricamente veníamos de una gestión muy personalista, casi dictatorial, como la de Lopera. Cambiar las estructuras no era una cosa sencilla y mucho menos cuando se está en un proceso judicial. Es complicado cuando un interventor judicial tiene el 51% de las acciones y debe aprobar todas las decisiones que se toman en el club. Miguel Guillén lo intentó, de hecho el club tiene ahora varios departamentos que no existían, pero ha quedado demostrado que no había profesionales. O bien no estaban suficientemente preparados, o bien no estaban dedicados en el 100% de su tiempo a gestionar el club. En este caminó queda mucho por hacer y los pasos dados últimamente no van dirigidos a eso. Van encaminados a salvar la situación y a subir a Primera, pero no a generar unas estructuras adecuadas. Cambiando de directiva cada cuatro meses y con la jueza Alaya sin decidir sobre el destino de las acciones, es difícil tener nada en claro.

-En el libro Beticismo 2013/14. Regreso al Infierno se escribe mucho de lo que sienten los béticos y de su visión de lo que ocurre en el club. ¿Cuál es el estado de ánimo de los béticos ahora mismo?

-El bético se siente mal, obviamente. Lo que pasa es que los béticos, como buenos béticos que somos, afrontábamos la temporada con ilusión, esperando que el infierno durara lo menos posible, que se hiciera buen fútbol, que las cosas mejoraran rápidamente… Por desgracia lo que pasa es que nos estamos encontrando que nada ha cambiado: el juego del equipo sigue siendo desastroso y la directiva se ha marchado.Ahora tenemos la esperanza de que la nueva junta directiva lo haga bien, que se fiche un buen entrenador o que Merino encadene dos o tres victorias consecutivas y se convierta en el Guardiola del Betis. Es la ilusión a la que nos queda agarrarnos a día de hoy. Pero claro, al bético que anima y apoya hay que darle algo, y desde la directiva no se le está dando nada.

 10818948_825149354214226_1911722572_n

Beticismo 2013/14. Regreso al Infierno analiza el pasado reciente del Betis. Desde esta realidad, ¿cuál es el futuro del Betis?

-Recuerdo una frase de Lorenzo Serra Ferrer el año después de ganar la Copa del Rey: “el Betis será lo que Lopera quiera”. Ahora mismo, por desgracia, nos encontramos casi ante la misma situación. El Betis no será lo que los béticos quieran porque el Betis no es de los béticos. El Betis es de los béticos en un 49%, de unos más y de otros menos, unos con más acciones y otros con menos. Pero por desgracia el Betis sigue siendo en un 51% de Lopera, que tiene sus acciones judicializadas y que están en manos de la jueza Alaya. Ahora mismo el Betis será de lo que quiera la jueza Alaya. Si ella estira el caso de aquí al infinito iremos dando tumbos un mes sí y otro no.

La clave es que se falle ya el juicio y que, si Lopera es culpable, sus acciones se pongan a la venta o pasen a ser de quien tenga que ser. Ahí está la clave del Betis, en que nos suelten y nos dejen libres.

-En el hipotético caso de que Lopera fuera encontrado culpable y sus acciones salieran a la venta, ¿habría quien las comprara? Y más específicamente, ¿habría béticos que las compraran?

-A ver (suspira), béticos como yo hay. Somos pequeños béticos que hacemos un esfuerzo y que cuando salen acciones a la venta, como han salido ahora las acciones de Fundación Heliópolis, hemos comprado acciones. Unos hemos comprado una acción, otros dos, otros diez… así hasta el máximo permitido. Béticos de ese tipo hay. Lo que no hay es béticos para que se especulen con ellos con la venta de las acciones. Las acciones que se vendieron hace un mes se han vendido al doble de lo que se vendieron en el año 92. Es decir, el Betis vale el doble que en 1992.

Si el 51% de Lopera se pusiera a la venta las acciones estarían al alcance de los béticos pudientes, los destinados verdaderamente a gestionar el club. Pero, ¿se pondrán de acuerdo entre ellos? Ahora mismo tenemos tres o cuatro plataformas que no se hablan entre sí y no se terminan de poner de acuerdo en nada. Y después tendrán que demostrar de verdad que están dispuestos al soltar el dinero, pues el Betis es en definitiva una empresa. Ojalá estos béticos se pongan de acuerdo para comprar paquetes diferentes de acciones y formar un consejo de administración estable que nos lleve a buen puerto. Si esto no pasa, tendremos otro Lopera u otra empresa de la que dependerá el destino del Betis.

-Volviendo a lo deportivo, ¿el Betis tiene plantilla para subir?

-Desde mi punto de vista sí. Tiene un nivel de calidad superior al 90% de las plantillas de Segunda División. Lo que no ha tenido hasta ahora ha sido equipo, que es algo distinto. Tú puedes tener los mejores jugadores pero no ser capaz de hacer un equipo con ellos. Eso le ha pasado en multitud de ocasiones al Real Madrid o al Barcelona, que han tenido muy buenos jugadores pero no han sabido funcionar como equipo. También hay casos a la inversa, como el del Atlético de Madrid el año pasado, que no tenía la mejor plantilla pero montó el mejor equipo y ganó la liga. Yo creo que el Betis tiene los mejores jugadores de Segunda División pero hasta ahora no ha habido un entrenador capaz de hacer un equipo que trabaje en condiciones y que sepa a qué juega.

-Entonces por Julio Velázquez ni pregunto…

-Bueno, puedo hablar de Velázquez. Si fuera por mí, hubiera deseado que Velázquez hubiera triunfado. Un entrenador joven, con ganas, supuestamente estudioso del fútbol… Por mí que hubiera sido perfecto haber ganado doce partidos de doce y que hubiera Julio Velázquez se hubiese convertido en una leyenda del Betis. Pero se ha demostrado que no sabía a dónde venía. Esto no es el Murcia, no es el Valladolid… Es un club con una presión y con unas características concretas y él no ha sabido reaccionar. No ha conectado con la afición ni ha transmitido garra. Eso se une a que en lo deportivo y en lo técnico no le ha ido bien y ha terminado perdiendo los apoyos.

-Con tantos frentes abiertos, ¿cómo da abasto beticismo.net, la página que administra?

-Ahora mismo somos cinco administradores, los mismos cinco que lo fundamos en el año 2011. La verdad es que podemos seguir funcionando gracias a un equipo maravilloso de compañeros, estudiantes de periodismo y periodistas, que lo hacen todo por amor al Betis. Conectan con nuestra filosofía y trabajan a destajo y de forma altruista. Les viene bien porque tienen su visibilidad en un medio con sus visitas y pueden ir haciéndose un currículum. Son ellos quienes sacan para delante todo, pues no tenemos grandes patrocinadores y nuestra forma de financiación es la tienda online. Es gracias al trabajo de estas personas y a su beticismo por lo que beticismo.net sale a la red, por el esfuerzo de gente que le roba tiempo a la familia y a los amigos para dedicárselos al Betis. Ese es el secreto.

-Una página web, un libro, una tienda con diseños propios… ¿tanto interesa el Betis?

-El Betis interesa mucho. Nosotros lo notamos en las interacciones en Twitter y en la tienda. Una cantidad altísima de las camisetas que vendemos se van fuera de Sevilla, fuera de Andalucía e incluso fuera de España. Hemos mandado camisetas a Irlanda, a Estados Unidos, a Francia, a Inglaterra y a multitud de países del mundo. Eso significa que el Betis interesa. Y mucho.

-Para acabar, me gustaría saber, ¿qué es lo que engancha a la gente del Betis? Puede contármelo en tono personal si quiere.

-Yo soy un ejemplo de cómo se engancha la gente al Betis. Mi padre, mi hermano y mi hermana son sevillistas. Tengo fotos de pequeño vestido del Sevilla igual que tengo fotos con la camiseta del Betis, porque mi abuelo me vestía del Betis, cosa que a mi padre no le importó aunque imagino que no le haría mucha gracia. Yo la verdad no recuerdo por qué me hice del Betis. Yo lo que sé es que aunque estaba rodeado de sevillistas a mí me gustaba ese equipo de rayas verdiblancas que no ganaba tanto, que estaba en Segunda cuando los demás estaban en Primera. Pero no sé, había algo especial que me hacía decir “yo quiero ver a esos de verdiblanco, no quiero ver a los de blanco entero ni a un equipo de Madrid o Barcelona. Yo simplemente soy bético, no hay otra explicación.

En este sentido yo siempre hago cuento que Pepe Mel, quien colaboró con nosotros en más de una ocasión escribiendo en nuestra página, nos escribió una dedicatoria diciendo que daba gracias al Betis porque al Betis no se le elige, es el Betis el que te elige a ti. El Betis es quien te dice “tú eres bético”. Y yo estoy muy de acuerdo con esa filosofía: el Betis nos elige y tenemos la enorme suerte de ser béticos.   

 Francisco Huesa (@currohuesa)