Postales de Nueva York (II): el chino que tiró una merluza al suelo
Si ustedes supieran las condiciones en las que les escribo se acabarían el artículo sólo por solidaridad. Es posible que en el transcurso de estas palabras tenga varias arcadas y algún desmayo. Tranquilos que no verán restos. Ventajas de las publicaciones digitales. El caso es que yo venía a hablarles de New York y quería [...]