Cuando conocí a Annie Hall
Cada cual tiene sus obsesiones vitales. Hay quien atrofia su musculatura en un aparato de fitness multiestación durante cuatro horas diarias para poder calzar camisetas apretadas como una barra de chóped. Los conozco que coleccionan billetes que están fuera de curso legal y los clasifican por países en álbumes de piel de cabra marca Hefar. [...]