Pilar Alcalá es una de las mujeres que más conoce al escritor Gustavo Adolfo Bécquer. De hecho, desde hace más de un año se encarga de coordinar mil y una actividades que se han llevado a cabo por el 175 aniversario del nacimiento del sevillano. No es de extrañar que se haya convertido en la actual ‘novia del poeta’

Pregunta: ¿Por qué decidió ponerse al frente del grupo ‘Con los Bécquer en Sevilla?

Respuesta: No fue una decisión… La asociación nació como plataforma necesaria desde la que llevar al ayuntamiento una serie de peticiones, entre ellas, la de celebrar en el 2013 el centenario del traslado de los restos de los hermanos Bécquer desde Madrid a Sevilla, que fueron aprobadas en pleno el 28 de diciembre del año pasado. Nunca he sido la presidenta de la asociación sino la secretaria, aunque reconozco que he sido siempre quien la ha representado y quien ha organizado los eventos.

P: ¿Qué es lo que le ha enamorado de Gustavo Adolfo Bécquer y que no tiene otro escritor?

R: Me enamoré del escritor con 14 años, y con una rima en concreto. Pero después me enamoré del hombre… No me olvido de otros poetas, de hecho este año he participado en varios homenajes a Cernuda. Pero Bécquer tiene un halo de misterio que lo hace atrayente y único, y además, y creo que en eso reside la clave, Gustavo y yo nos parecemos mucho en nuestra forma de ser… Ambos somos un “Ansia perpetua de algo mejor”, ambos perseguimos un rayo de luna… A medida que iba sabiendo cosas de él quería saber más y más, eso es enamoramiento poético pero también humano.

P: Desde el año pasado ha asistido y organizado tertulias, visitas guiadas, una ruta de tapas, por ejemplo. ¿Qué es lo que se tiene previsto para estos próximos meses?

R: El año 2013 ha estado repleto de actos en homenaje a los hermanos Bécquer, pero el año se acaba y el último acto tuvo lugar el 19 de diciembre en el convento de Santa Inés, escenario de la leyenda “Maese Pérez el organista”. Allí, entre otras cosas se hizo una lectura teatralizada de dicha leyenda. Y ya estoy pensando en cosas para el año que viene, incluso estoy pensando en el 2020, cuando se cumplirán 150 años de la muerte de Gustavo y Valeriano. El objetivo de la asociación de la que soy secretaria no es otro que el de mantener viva la memoria de los cuatro miembros artistas de la familia Bécquer (Joaquín, José, Valeriano y Gustavo Adolfo) y hacer actos en su honor.

P: ¿Qué es lo que falta aún en Sevilla, ciudad natal de Gustavo, para que se le rinda definitivo homenaje a este escritor?

R: Sin duda alguna un Museo Bécquer, o un Centro Bécquer, que bien podría ubicarse en La Venta de los gatos, que desde el verano pasado está a la venta sin que nadie se interese en comprarla. Claro que la cifra que piden es descabellada. Es evidente que el dueño ha querido aprovecharse de las circunstancias en un año en el que tanto se ha hablado de Bécquer en su ciudad natal. Tengo prevista alguna actividad al respecto para el 2014, al menos para llamar la atención de los sevillanos, incluido el ayuntamiento.

“A Gustavo lo siento más cerca en Trasmoz o cuando paseo por el claustro del Monasterio de Veruela que cuando camino por Sevilla

P: ¿Se conoce bien al escritor en tierras andaluzas o es más popular en tierras del Moncayo?

R: Quizá en el Moncayo se le dé más valor que aquí porque Sevilla es una tierra de poetas y el Moncayo no, pero allí le quieren mucho, doy fe de ello porque lo he vivido in situ. Bécquer es popular en todos sitios, es el segundo autor más leído en español después de Cervantes. A Bécquer lo conoce todo el mundo, pero siempre subrayo que es el gran desconocido. Pocos han pasado la frontera de las Rimas y Leyendas y hay mucho Bécquer por descubrir como escritor y dibujante. Lo que sí es cierto es que yo a Gustavo lo siento más cerca en Trasmoz o cuando paseo por el claustro del Monasterio de Veruela que cuando camino por Sevilla.

P: Se ha autodefinido en más de una ocasión como la sempiterna novia de Gustavo. ¿Cree que tendría éxito con las chicas en la época actual?

R: Habría que distinguir entre el señor Domínguez y el poeta Bécquer… Pero sin duda tendría éxito, es más, lo tiene y mucho. Aunque es verdad que el mito Bécquer tiene la culpa… Es curioso que alguien que tanto sufrió por el desamor de una mujer, Julia Espín, sea ahora tan amado por tantas mujeres… El mismo que dejó en Sevilla a otra Julia, su novia sevillana, Julia Cabrera que le fue fiel toda la vida, mendigó el amor de una mujer que no supo estar a la altura.

En la actualidad el poeta Bécquer tendría éxito, el señor Domínguez tal vez no, salvo que se adecuara a los tiempos…

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P: De toda la obra de Bécquer, ¿con qué se quedaría?

R: Con toda… Me encanta la prosa becqueriana y hay que reivindicarla. Bécquer fue, además de un magnífico narrador, un excelente periodista. Algunos de sus artículos son memorables y deberían ser estudiados en las facultades de Periodismo. Las Rimas son su obra más conocida, pero la Poesía ocupa un espacio mínimo en la producción becqueriana. Mi preferida es “Cendal flotante de leve bruma” (curiosamente hace poco leí que era la rima más amada de Gustavo, bonita casualidad…) Me quedo con las cartas, tanto con las “Cartas desde mi celda” como con las “Cartas literarias a una mujer”, especie de Poética; y me quedo con la Introducción que escribió para “La Soledad”, obra de su amigo Augusto Ferrán, o con “Las hojas secas” y “La mujer de piedra”. Lo que sí es cierto es que, como dijo Montesinos, hay que espantarle las golondrinas a Bécquer.

P: Además de experta conocedora de la figura de este romántico, usted misma se dedica a escribir poesía, ¿piensa en un futuro en publicar algunos de esos haikus que elabora?

R: Los haikus digamos que son una parte mínima y la más “divertida” de lo que escribo, lo cual no significa que no ponga en ellos mi alma, pero son unos pequeños deslices que me permito. Yo escribo poesía, es el campo en el que me siento cómoda, y siempre en verso libre. Yo soy muy poco racional por lo que la prosa me resulta más complicada, aunque tengo en proyecto escribir una novela. En cuanto a publicar mis poemas, si algún editor piensa que son dignos de pasar al papel yo estaría encantada, pero lo que tengo claro es que nunca pagaría para que me editasen, me parece de un egocentrismo que nada tiene que ver conmigo y se trata de algo totalmente opuesto a mis ideas sobre la Poesía. Yo escribo porque para mí es una necesidad vital, pero no me es imprescindible publicar. Además, cada jueves leo mis poemas en la Institución Literaria “Noches del Baratillo” a la que pertenezco y así el proceso se termina, porque un poema no está terminado hasta que alguien no lo lee, en este caso, escucha.

Noemí González