Antes de nada muchas gracias por atender a la revista, sobre todo estos días que sabemos que andas liado con las presentaciones del libro y entrevistas en otros medios. Y además que habéis agotado la edición…

Sí, sí estoy que no paro. Estamos esperando una segunda edición, veremos a ver si de aquí a un mes la tenemos. Ahora mismo estoy hasta arriba, cuando no es la radio del Sevilla es una reunión…

Bueno Luis, tú has sido conocido a partir de tu cuenta de Twitter @Sevillafcomic, ¿cómo te dio por ahí?

No lo sé, no recuerdo exactamente. Iba en el autobús y escuché que unos chavales habían abierto una cuenta sobre el Sevilla y el Betis y estaban teniendo mucho éxito y dije, pues mira por qué no hago yo un twitter  de algo relacionado con el Sevilla. Y como siempre se me ha dado bien dibujar pensé en hacer viñetas del Sevilla de antes o después de los partidos para subirlas a la cuenta.

Eso, en ese momento, no había nadie que lo hiciera. Ahora ya está el mercado un pelín saturado. Al principio me fue muy mal. Iba a cerrar la cuenta. No tenía ningún retweet de esos ni nada. Pero seguí y poco a poco fue para adelante y para arriba…

Y eso te ha catapultado. Y has terminando haciendo tus propios diseños de camisetas…

Sí, sí, camisetas e incluso maletas quieren hacer. Conocí a Nacho que es el director creativo del Sevilla y tuvimos una reunión los dos y en ella empezaron a surgir proyectos. Que si maletas, que si postales, camisetas…

¿Y cómo se llega a esa reunión? ¿El propio Sevilla contactó contigo?

Qué va. Fue al contrario. Mandé un correo al Sevilla diciendo “Hola, soy Luis y hago esto”, pensando en que no me responderían. Y así fue. Pasaron unos meses hasta que un día estando en clase me sonó el teléfono, y como la verdad es que nunca he sido muy buen estudiante, lo cogí y al decirme que se trataba del Sevilla FC me puse blanco. Le pedí un momento, le colgué y lo llamé más tarde. Y a partir de ahí ya empezamos a quedar, les enseñé los dibujos y me dijeron que me llamarían para hacer cosas.

Es curioso porque cuando uno siempre se acerca a este tipo de instituciones parece que nunca te van a hacer caso y al final te terminan llamando.

Fue una sorpresa, la verdad, pero mira, se interesaron.

Y a partir de ahí te has metido de lleno en el mundo de la ilustración sevillana.

Sí, de lleno. Conocí en la radio a Javi Nemo, que es el speaker del campo del Sevilla. Y él conocía a Iván Padilla, que es editor de libros y nos pusimos en contacto y nos reunimos los tres. De ahí ha salido una relación muy buena porque salió este libro y establecí una muy buena colaboración con mi editor. Empecé a hacer portadas de libros; he hecho el de La prueba, de Pepe Mel, otro sobre Cádiz, ahora voy a hacer otro libro de comedia…

He tenido un poco de suerte pero mira… he conseguido trabajar, entre comillas, en lo que me gusta.

Y eso que este mundo de la ilustración es complicado.

Es muy difícil. Nunca me había interesado en el mundo porque lo daba por imposible. Pensaba que ninguna editorial se iba a fijar en mí y era muy complicado. Hay mucha gente con talento y a menos que tengas un buen contacto o una buena amistad que te ayude es muy difícil.

También hemos visto que incluso has probado con algún corto de animación.

(Risas) Pero eso no es de animación. Es algo… cutre (risas). Sí probé un corto de animación. Empecé para probar con videos y animar antes de los partidos y es verdad que gustaron mucho para lo cutre que eran y a raíz de ahí…bueno… vengo ayudando a una productora de cine para realizar un corto de verdad pero eso a algo más de largo plazo.

Bueno, y ahora centrándonos un poco en el tu libro Yo soy el Sevilla, has dicho que la idea surgió de querer colaborar con el Sevilla…

Yo la verdad es que lo primero que le propuse al Sevilla fue un libro y en el Sevilla me dijeron que no.  Que no había en ese momento muchas ventas de libros y me olvidé del tema. Pero cuando conocí al editor lo volví a sacar y empezamos a pensarlo.

¿Y de esta forma? ¿Con esta temática, hablando sobre la historia del Sevilla?

Sí, desde el principio. Yo recuerdo que mi editor me dijo de hacer un libro sobre un niño que entra en el estadio y que se lesione un jugador y el niño entra y se hace famoso… y yo le dije que no… olvídate de eso que es lo típico y no vende nada.

Demasiado cliché, quizás…

Eso no vale para nada, eso no se vende. Mira, la historia del Sevilla. 300 y pico de páginas e invertimos ahí un dinero y mira, al final lo convencí y salió el producto este que se está vendiendo bien.

Tanto como hemos dicho antes, que has agotado.

Sí, hemos agotado. De hecho por internet las ventas han sido muchas. Y en la editorial las ventas funcionan de manera que cuando hay una petición, nosotros en la editorial tenemos muchas cajas y de ahí les mandamos el ejemplar. Y ahora mismo si alguien lo pidiera no tendríamos de dónde sacarlo. Hay que esperar hasta que dentro de unas semanas vengan más libros.

Y con la editorial, Punto Rojo, es una editorial que tienes que pagar.

Eso es, es autoedición. Pero conmigo hicieron una excepción. Javi Nemo ya le advirtió al editor que yo era un chaval de Pino Montano que no tenía dinero para editarme y a pesar de eso el editor le dijo que me quería conocer y apostó por mí. Punto Rojo, para ser de autoedición apostó mucho dinero por mi proyecto. Se tiró a la piscina y ha salido bien. Invirtió mucho dinero y acertaron, les ha salido bien. Me alegro muchísimo por ellos porque llega a salir mal y no sé dónde meterme.

Ese miedo de pensar en cómo salga mal…

Vaya miedo… yo pensaba… esta gente poniendo aquí su dinero… veremos a ver…

Bueno, y volviendo al libro… para enfocar la historia del Sevilla supongo que serás sevillista.

Evidentemente y te lo puede decir mi novia que está de mí hasta los huevos (hace un gesto hacia su novia Patricia que se encuentra sentada a su derecha y ella lo confirma haciendo especial hincapié en la imposibilidad de contar con él los jueves de Feria, aunque este año ya no tendrá problemas en toda la semana)

Y tratando sobre la historia del Sevilla, el club te ha aportado medios para poder indagar un poco más y, sobre todo, para poder retratar esos primero años del club que son un poco confusos con los estatutos, la nueva fecha de 1980 ya asumida por el club…

Bueno en eso hay mucha polémica… Lo que es el Sevilla, como institución, no me proporcionó nada y no fue porque no se quisiera involucrar. Yo no les informé que quería hacer un libro. Fue más Punto Rojo, que ya había sacado un libro de la historia del club muy bien documentado que me pasó, más lo que busqué por mi cuenta. Una vez terminado, sí que es verdad, que el área de historia que posee el club se puso en contacto conmigo para poder corregirlo frente a posibles errores.

¿Y corrigieron mucho?

No mucho, pero me pasó una curiosísima. Porque yo en el libro comenté que los creadores del club eran ingleses y cuando se reunieron con la idea de fundar un club tomaron café mientras lo debatían y la corrección del área de historia fue que no tomaron café sino cerveza. Y yo pensando en coño, vaya cosa me corriges, ¿tú estuviste ahí para saber si era café, cerveza o agua? Y ellos seguían con que era cerveza, así que les hice caso. Me llamó la atención que con la cantidad de datos que hay ahí me corrigieran eso.

Es que a tratarse de un producto no oficial, pero muy representativo, que está en la propia tienda de estadio…

De hecho la tienda es lo que más ha vendido.

La verdad es que es una novela gráfica que se lee rápido. Y te centras con más detalle, en esas algo más de 350 páginas, en los últimos años de la historia del club, no sé si por tu edad también que ahí te hace falta menos documentación…

Sí, claro pero también porque si te centras en la historia más del pasado, el público más juvenil se te aburre así que pensamos en pasar, no te puntillas, pero si con 100 páginas y luego ya nos metemos en la parte más actual…

Además que coincide la página cien con el comienzo del centenario. Parece un guiño muy bien buscado…

De casualidad total, de hecho me lo dijeron. Oye Luis qué pedazo de detalle que has tenido… y yo, no no, ha sido casualidad… para qué os voy a engañar…

La verdad es que cuando hacías un libro del Sevilla, no sé, hace 10 años, que no había mucho que contar porque no habíamos ganado nada…

Hombre, a ver, no había mucho que contar… son 100 años de historia…

Sí, pero ahora que han pasado las Uefas consecutivas, te centras un poquito en eso porque esta etapa se ha comido a las otras. Se ha convertido en la más importante, al menos eso es lo que creo. Que es lo que más vende y lo que más ilusión hace a la gente leer. Todo el mundo conocemos a Suker, todos sabemos que Maradona vino acá una vez…

Pero el público juvenil de hoy día tampoco te creas que conoce a Davor Suker… les suena pero no conocen lo que llegó a ser aquí.

Pues mira, para eso también lo hemos metido… (risas) Es verdad lo que tú dices, pasamos un poco de puntillas sobre la historia haciendo un pequeño homenaje a algunos jugadores pero pronto nos metemos en materia. Lo consideramos así.

Y contáis con la colaboración de los dos últimos presidentes del club…

(Risas) Con José María Del Nido fue curioso porque nos envió la carta. Para mí fue curioso que se tomara su tiempo y que nos llegara una carta desde prisión, de su puño y letra. Y con Pepe Castro igual, le propusimos que epilogara el  libro y se mostró encantado, a los dos días ya lo tenía hecho. Me han tratado muy bien con el libro.

Y eso que con Del Nido da la sensación que has sido suave (risas por mi parte)…

La verdad es que es un tema complicado y muy polémico. Yo me he querido centrar en el club. En lo que es la historia del club Del Nido ha sido una figura importante. Dejando otros temas aparte de los que se encarga la justicia.

¿Eres socio del Sevilla?

No, nunca lo he sido. Nunca, para qué te voy a engañar. Soy muy sevillista. Veo todos los partidos en la tele. Es difícil, porque en mi familia solo estamos mi padre y yo… el carnet es caro y no nos podemos permitir dos carnets. Además yo soy una persona rara, yo soy un poco ermitaño, no me gustan las fiestas, no me gusta la bulla…

Alguna viñeta tienes así en tu cuenta oficial…

(Risas) Me gusta más una cafetería que una discoteca. Quizás es que siempre lo he vivido igual, pero prefiero estar en mi casa con mi padre y mi hermano… estar comentándolo, disfrutarlo y vivirlo así. El día que me saques de eso, yendo solo al Pizjuán… no lo veo.

Es que la forma a la que uno empieza a acudir a un estadio es como reflejas de una forma muy emotiva un poco en tu libro, yendo desde pequeño acompañando a un familiar…

Ya, pero yo eso no lo he tenido, a mí mi padre me llevaba al sofá y ahora me gusta el sofá (risas). Aunque cuando el club me invita disfruto mucho de ese ambiente porque no estoy acostumbrado a él. No quiero que se normalice y siga siendo especial ir.

Bueno, cada uno termina teniendo su ritual para seguir a su equipo y dar rienda suelta a sus sentimientos. Es un poco en la línea de ese toque emocional que impregna a todo tu libro.

 Sí, porque la verdad es que ya estaba cansado de leer un libro de historia de cualquier club y manera muy lineal, contando datos solo. Yo quería un libro que cuente la historia y vivirla. Que lea acerca de Eindhoven  y poder llorar igual que lo hice en ese momento. Quería hacer como una película pero aquí (señalando a su novela gráfica). Hay algunos libros que son muy pesados que cuentan la historia de manera más académica que parece que lees algo de ciencias sociales (nota del entrevistador: pues si llega a coger uno de ciencias puras le da un siroco). El tema era hacerlo más emocionante que es por donde tira el libro.

Y lo consigue, hace ver al lector de dónde viene el club…

La idea era entrelazar historias. Unir Oviedo con Eindhoven, por ejemplo, mediante la historia de un padre y un hijo que viven las dos situaciones.  Y el padre después de Oviedo, y el descenso, le promete al niño entre las lágrimas de pena de ambos que algún día se tornarán en lágrimas de alegría. Y ese día llega.

¿Y crees que se ha perdido eso en el sevillismo? La identidad con el pasado.

Totalmente. Creo que esta temporada estamos tan bien que incluso se hablaba de un Sevilla que podía ganar la Liga y que podemos terminar cuartos y clasificarnos para la Champions, que era el objetivo, se puede terminar silbando al equipo en el estadio. Nosotros mismo nos hemos puesto una losa de intentar hacer algo que nuestra historia nos dice que no lo hemos hecho nunca.

Pero hay que buscarlo…

Sí, intentar crecer, pero a través de una base. No nos podemos poner a silbar por no conseguir algo que no hemos conseguido nunca. A veces hemos sido muy exigentes con cosas que no tenía mucho sentido. Los años de Michel, de Gregorio Manzano… son años de aburrimiento, el estadio ni se llenaba, incluso yo me mosqueaba y mi padre me decía  que esto es lo que éramos. Que habían venido 5 años buenos pero que luego volveríamos a ver lo de siempre. Afortunadamente hemos vuelto ahí arriba pero nunca hay que olvidar nuestro pasado.

Nos dijo Monchi que uno de sus mayores logros había sido que terminar octavo era un auténtico fracaso en el club cuando antes era echar una buena temporada.

Nos hemos mal acostumbrado. Creo que la autoexigencia es mala. Mira, yo colaboro en un programa de radio de Pino Montano y recuerdo que cuando quedamos a un punto del Madrid hablaban mucho los tertulianos de ganar la Liga y creo que al final fue malo. Porque te estás metiendo una presión… Joder, que nos presionen los de Madrid, los de la capital como suelen hacer es normal, pero que lo hagamos nosotros mismos no vienen bien al equipo. Creo que nos estamos metiendo un tiro en el pie.

Hablando de presión de la capital. Otro de los aspectos con mucha presencia en la historia del Sevilla y por ende en tu novela son los Biris.

Les doy el sitio que se merecen. Es el grupo ultra más antiguo de España. Es un tema complejo. Yo odio la violencia, da asco ver a gente pegándose por el futbol, pero es que Biris Norte no hace nada que no pueda hacer cualquier otro grupo ultra. Que está claro que no por eso está bien, pero por qué a Biris no se les deja llevar su simbología y a los ultras de otros equipos sí aun con un par de asesinatos a sus espaldas. El gobierno de este país debería preocuparse por otras cosas más que por el fútbol, si decides sacar a los violentos hazlo con todos no solo con los del Sevilla. Si no se convierte en una persecución contra el club. Al final estas cosas vienen porque el Sevilla está molestando en Liga y nos han puesto una diana.

Hay mucha presión mediática.

Es feo decirlo pero así funcionan las cosas hoy en día. Todo se mueve por un interés… Ya el fútbol no es limpio, la prensa tampoco es limpia todo se mueve en torno a un interés. Te llega un presidente de la Liga que te diga que aquí conviene que la gane el Madrid y el Barcelona, pues igual es verdad.

Es curioso como los Biris fueron de los primeros en gritar “Tebas vete ya” y al final se han terminando yendo ellos antes que Tebas…

Al final los han terminando echando a ellos… es un tema muy complicado, pero bueno, yo tampoco entiendo más allá de lo que escucho.

Y después de esta “Yo soy el Sevilla”, ¿hay pensado en seguir colaborando con el Sevilla? Hay gente en sus comentarios por twitter pidiendo segunda parte.

Es acojonante, piden una segunda parte (risas) y me pregunto ¿qué escribo? ¡Si acaba el libro en la temporada pasada! Me invento la historia o me voy al futuro (más risas)… Es imposible, lo que sí está trabajando Punto Rojo es en el libro electrónico. Muy chulo, porque me están enseñando como está quedando y va a ser un muy buen precio. Está muy bien porque, por ejemplo, le das al play y Puerta marca el gol y se escucha al campo cantando el gol. Va a quedar muy bien. Es lo próximo que estamos trabajando. Y bueno, particularmente me estoy quitando un poco de temas de fútbol y ahora voy a sacar una comedia…

Te tendría un poco cansado tanta viñeta de fútbol.

Sí porque, por ejemplo, estoy de descanso en la cuenta. Es muy estresante porque ves el futbol y estás automáticamente pensando en qué vas a dibujar porque luego la gente te lo exige. Haz la viñeta ya.

Esa es la parte mala de twitter, ¿no? La parte buena es que se puede conseguir cierta repercusión rápidamente pero la exigencia es muy alta.

Claro, luego hay que mantenerlo. Yo empecé a hacerlo por afición y estoy viendo que está dejando de serlo para ser una obligación pues me dije de parar el carro, porque la verdad es que ni lo disfrutaba. Estuve unos días de reflexión. Me estuve haciendo el interesante por Twitter (risas).

Y de ahí pasamos a la comedia que quieres hacer.

Sí, eso es, con Punto Rojo también…  “Sevilla para amar” se llama. Se lo comenté a mi editor, le pasé un guión y el tío encantado. Me dijo que estaba genial y que empezara ya. Lo tengo pensado tener para las Navidades aprovechando que es cuando mejor va la venta de libros. Lo hemos visto con este así que esa será la fórmula.

¿Pero anda my avanzado?

No he empezado (risas). La sinopsis (risas). Lo tengo en la cabeza pero me tengo que poner. Ya le he contado la idea a varias personas, una hora hablando de qué va y les ha encantado. Tengo mucha ilusión de empezarlo y bueno, a largo plazo.

Bueno un proceso creativo termina surgiendo poco a poco…

Sí, luego vas metiendo y quitando cosas. Éste iba a tener 100 páginas y tiene 366, luego te pones y termina siendo diferente a lo que te imaginabas en un principio…

¿Pensabas que llegarías a tener tanta repercusión con el primero?

No, la verdad, el que lo pensaba era Iván que pensaba en sacar una tirada de miles de libros y yo ando ánimos pese a no estar muy convencido del todo. Pero al final mira. El día que salió a la venta yo estaba en la editorial y me dijo mi editor que me pusiera en un ordenador y estuviera atento para preparar los pedidos que entraran por internet. Y recuerdo que pusimos en la web una cuenta atrás a lo Harry Potter y cuando llegó el contador a cero empezó a sonar el teléfono y empezaron a llegar pedidos y nosotros flipando. Vendimos ese día, no sé, 30 o 40 libros, una locura. Ese día sí que pensé que igual vendíamos un montón.

Y la primera tirada la hicisteis de…

2.000 y pico. Yo no pensaba vender tantos. De hecho, hoy en día gente con notoriedad en las redes sociales con 30.000 seguidores saca libro y piensas que venderán mucho y no llegan a 500 ejemplares. Eso ya es un éxito tremendo.

Ese termina siendo el siguiente paso, ¿no? La mayoría de los que surgen de Twitter o Youtube han derivado al libro.

Sí, libros que terminan siendo una mierda, en serio. Alguno he leído de algún personaje de estos y es una mierda. Las editoriales está claro que buscan ganar. Y eso ya es dinero fácil y esa gente tiene un número de seguidores y por eso venden lo que sea. Porque luego no saben escribir.

Yo tampoco sé escribir, para qué os voy a engañar. Pero el mercado de Twitter se ha abierto a la literatura y es bueno siempre y cuando salga un buen producto.

Es que quizás los seguidores de cierta gente que publica sus libros son del perfil contrario a comprar libros…

Bueno, pero ese debe ser un objetivo del mundo literario. Llevar a todo ese público a terminar leyendo libros.

Tú tienes un perfil de seguidor diferente, ¿no? Porque al relacionarte con el Sevilla tu perfil no es tan juvenil… como el de otros.

De hecho la mayoría que hemos vendido ha sido a gente mayor aunque al principio pensamos que pudiera ser más para niños. Pero lo han terminado disfrutando mucho más que los niños. Y es verdad. Yo tengo un público más específico porque tengo un público de futbol, del Sevilla, y el escudo vende mucho sea cual sea el producto que lo lleve. La afición sevillista compra muchas cosas que lleven su escudo por lo que tienes ya un público hecho.

Ahora hay que extrapolar esos seguidores a tu próxima comedia…

Hombre… espero que con la salida de este libro haya podido enganchar a alguien… Ahora se va a ver la verdad. Si de verdad he enganchado a alguien o si lo ha hecho el escudo del Sevilla.

Ahí está el desafío.

Carlos Sabaca (@casabaca)