Pongámonos en situación: Como quiera que tras la destrucción (producida por la Primera Guerra Mundial y el zarismo antes que por las revoluciones) y por dialéctica hegeliana debiera devenir la construcción, pasado Octubre de 1917 llega el momento del resurgimiento económico y de la prosecución de la Utopía. Lenin instituye la conocida como Nueva Política Económica (NEP), que incorpora al Socialismo algunos elementos del capitalismo con la intención de expandir la economía, hasta que en 1928 fuera derogada por Stalin. Este período de relativa apertura y de “construcción” de la devastada URSS es un momento de auge artístico y origen de movimientos de vanguardia como el Constructivismo.

Si bien el término “Constructivista” es usado en 1917 por Malevich de forma despectiva para calificar la obra temprana de Rodchenko (lugar común éste en la Historia del Arte) es usado de forma positiva a partir del Manifiesto Realista de 1920. Es éste un movimiento artístico al servicio de la Revolución y de la reconstrucción de la Unión Soviética, al difundir la propaganda socialista por una parte y la publicidad de las nuevas empresas y productos distribuidos por el Estado, como la línea aérea Dobrolet o los almacenes GUM y Mosselprom, por otra. Una “sociedad ordenada” era el objetivo de la obra constructivista. En este contexto se considera que nace el diseño gráfico moderno: de los carteles, ilustraciones y fotografías de Rodchenko más los textos publicitarios del poeta Mayakovsky, con quien aquél creó la marca “Mayakovsky-Rodchenko Publicidad-Constructor”.

De origen humilde, Aleksandr Mijáilovich Rodchenko (Алекса́ндр Миха́йлович Ро́дченкo) nació en San Petersburgo en 1891 y estudió desde 1910 con Nicolai Fechin y Georgii Medvedev en la Escuela de Arte de Kazán, una de las más antiguas de Rusia y origen de muchos grupos artísticos, después de que su familia se mudara a la capital de Tartaristán en 1905. Con 24 años expone sus primeros trabajos abstractos inspirados por el Suprematismo de Malevich. Otras fuertes influencias que recibirá en su obra provendrán del Futurismo y el Cubismo principalmente.

Tras la Revolución, es nombrado en 1920 Director de la Oficina de Museos y del Fondo de Compras, para la reorganización de museos y escuelas de Arte y, hasta su cierre en 1930 (cuando empezó su declive político), impartió clases en los Talleres de Enseñanza Superior del Arte y de la Técnica, escuela estatal que fue núcleo de los principales movimientos artísticos de la época.

En 1921 exhibe tres lienzos en tres colores sólidos (rojo-azul-amarillo) y declara el “fin de la pintura” ya que había llegado al final de su exploración y reducido la misma a su expresión más básica. Afirma: “Reduje la pintura a su conclusión lógica y expuse tres lienzos: rojo, azul y amarillo. Afirmé: se ha terminado. Colores básicos. Cada plano es un plano, y no va a haber más representación”. Poco después renunciaría a la pintura por completo considerando que era incompatible con el progreso tecnológico, no así la imprenta y la fotografía. Sin embargo, la gama de color que utilizará más tarde en sus diseños estará muy relacionada con esta obra.

Según declaró Neville Brody en 2008, “lo que sucedió entre 1914 y 1935 ha dictado todo lo que ha ocurrido desde entonces en cualquier área del diseño” y en este aspecto, Rodchenko fue protagonista principal en esta época de innovación -y también de revolución– en lo artístico.

Rodchenko fue sobre todo y entre otras actividades escultor, pintor, fotógrafo y diseñador gráfico y en estas dos últimas disciplinas fue en las que más destacó e influenció a sus contemporáneos y a generaciones posteriores hasta nuestros días.

Como fotógrafo, y armado con la práctica y ligera Leikautilizó perspectivas y encuadres insólitos. Según él, “si se desea enseñar al ojo humano a ver de una forma nueva, es necesario mostrarle los objetos cotidianos y familiares bajo perspectivas y ángulos totalmente inesperados y en situaciones inesperadas; los objetos nuevos deberían ser fotografiados desde diferentes ángulos, para ofrecer una representación completa del objeto”.

También dominó el arte del fotomontaje, técnica prestada del Dadaísmo, la Bauhaus y otras corrientes vanguardistas del momento, usando al principio recortes de revistas o libros y a partir de 1924 sus propias fotografías, con lo que su arsenal creativo se expandió enormemente. Estos fotomontajes y también sus propias fotografías están presentes en sus trabajos de diseño gráfico de forma recurrente y son parte de su reconocible estilo junto con las formas geométricas tomadas del suprematismo, el tratamiento de la tipografía muy relacionado con los proyectos de la Bauhaus y las composiciones dinámicas y diagonales propias del futurismo.

La influencia de Rodchenko (así como de otros constructivistas) esta presente en la actualidad en el trabajo de muchos diseñadores gráficos. Es especialmente reconocible en las portadas de los discos de los escoceses Franz Ferdinand. Como ejemplo, la cubierta de  You Could Have It So Much Better está inspirada en el cartel Libros(Книги!), en el que Rodchenko utilizó una fotografía realizada por él de la actriz -y directora de cine- Lilya Brik (quien mantuvo una tormentosa relación con su socio Mayakovsky), que se ha hecho icónica. Los punks holandeses The Ex la usaron en una serie de 7 vinilos con distintas variaciones, Mike & The Mechanics en el album Word Of Mouth y hay muchos más ejemplos. Otra portada cuyo diseño está fuertemente inspirado por Rodchenko es la de 1978 del grupo Kraftwerk Die Mensch-Maschine.

Un orgulloso heredero de su estilo es el diseñador gráfico y artista urbano residente en Los Ángeles Shephard Fairey, autor de intervenciones urbanas, subversivo, controvertido, irónico y detenido por vandalismo en varios países… Vemos también su sombra en los fotomontajes de Barbara Kruger, con su monocromatismo y sus sloganspoéticos y provocativos centrados en la cuestión del género y la critica a la sociedad de consumo. Su lenguaje imprime en el diseño una pátina revolucionaria y propagandística con gran fuerza visual y una carga emocional importante. Pero obviando esto, su aportación al diseño gráfico actual y otras disciplinas sigue vigente más de lo que podemos ser conscientes.

Rafa Genieri