Las calles están cortadas, a lo lejos el ritmo de tambores marca el comienzo de la marcha, la percusión va tomando fuerza entremezclándose con los gritos unísonos de reivindicación y en la atmósfera se desprende un atavismo casi primitivo.
Gordas, bajitas, altas, delgadas, guapas y feas, exitosas, sin trabajo, amas de casa, madres, solteras, casadas, jóvenes y viejas. Diferentes pero iguales, mujeres con un mismo cometido: ser respetadas.
A lo lejos se divisan varios carteles que compiten en creatividad por captar miradas y algún guiño de complicidad.
– ¡Reina que todo lo aguante crea machistas y mangantes! –
Mujer no te conformes con el resto de un todo, reivindica lo que por natura te pertenece, no seas complaciente, el ser sumisa ni te beneficia ni te favorece.
Levántate que estar de rodillas ante el patriarcado solo te llena la cara de polvo y te nubla la mirada. Hay que estar despiertas y mirar de frente lo que llega y también lo que se aleja. Que no se nos olvide el pasado, ese trayecto largo y penoso que recorrieron nuestras abuelas y otras antes que ellas.
Decidir existir nunca fue tarea sencilla, a la sombra de una alameda no se calienta el espíritu ni se aprecian los colores que en la vida te aguardan. Abramos paso con esta senda que hoy compartimos a los valores de igualdad y de ensalzamiento de una identidad independiente que eres y fuiste siempre, en ocasiones sin tan siquiera saberlo.
Muchas son las que estuvieron aquí antes, mujeres valientes que no se callaron. Con aquel grito sufragista comenzó la verdadera lucha que se manifiesta hoy en esta calle transitada en forma de batucada y que ha de continuar mañana y pasado y al otro…
No dejemos un futuro medio hecho a nuestros hijos, esos que tendremos cuando nos aflore el instinto y no cuando nos lo dicten. Que no se escriba de nosotras que fuimos conformistas en la sociedad de la abundancia, dejemos nuestra huella marcada con paso firme y pisada irretractable.
A lo lejos se enciende una luz roja que se alza al cielo cual bengala de socorro, como un grito mudo pero latente, la estrella se va al cielo y más de un pensamiento reza una plegaria atea por aquellas que ya no gritan, ni piensan, ni dicen, ni pasean, ni viven. No se seas víctima de tus circunstancias, no te quedes callada, hoy son muchas las que te acompañan. A paso firme, con calma, es un arduo recorrido cargado de iconos y símbolos, algunos los entiendes, otros hay que cuestionarlos, sabes que puedes, la historia es tu legado.
Pero nada de caras largas, hoy es también día de fiesta, que no falte la camaradería y el compañerismo, compañero y compañera se dan la mano y al unísono recorren un mismo camino. Esta vez son minoría, pero ya se unirán otros. El que la quiere libre y la respeta será quien comparta su destino.
Hace tiempo que el sol se puso, y en la penumbra de la noche, las voces que recitan el manifiesto feminista, resuenan como ecos que iluminan las andadas del presente y mitigan las del mañana. Así se cierra otro día señalado, 8 de Marzo, que no se pierda en el santuario ni en las fiestas del calendario. Márcalo en tu diario, ya lo dijo Clara Campoamor hace casi cien años:
-Para llegar a la libertad hay que caminar dentro de ella .-
Texto y Fotos: Lola Elkin
MARAVILLOSO texto…