Con su última actuación aún en mente, no hace mucho en Sevilla, subimos a la terraza del Hotel Inglaterra para encontrarnos con Andrés Herrera “Pájaro”. Llegando le sorprendemos señalando a la Plaza Nueva: “Era un lugar estratégico en la guerra civil, y este hotel también”. Nacido en Sevilla, él ya forma parte de la historia reciente de la ciudad y de la de ahora. No sólo de la ciudad, también de Andalucía, y ahora está dando conciertos como artista internacional. Andrés formó parte de grupos que dieron sonido al rock andaluz. Con arrimo y sin arrimo, Andrés ha llevado una vida de mercenario del rock con su guitarra bien desenfundada con, por poner algunos ejemplos, Pata Negra, Kiko Veneno, Brigada Ligera, y Silvio con Luzbel, Barra Libre y Sacramento. El día de Andalucía, tenía que ser así, de 2012, Pájaro publicó Santa Leone, su primer álbum propio. La grabación sigue de boca en boca y de oído en oído como aquel día, y ha llevado a Andrés a varios escenarios fuera de España. Su calidad compositiva, además está apoyada por Kiko Veneno, Raimundo Amador, Julián Maeso (Speak Low, Sunday Drivers) , Gecko Turner y Dogo, con mención especial a Raúl Fernández, guitarrista y productor de Santa Leone, que esa tarde, en la que el calor nos mira de lejos, está de un lado para otro allí en la terraza moviendo cables e instrumentos.
¿A qué se debe el título?
El título del álbum se lo inventó mi amigo Raúl; “Santa” de Semana Santa y “Leone” por Sergio Leone. Y ha salido Santa Leone, que no existe en ningún sitio. Mira que lo hemos buscado, ¿eh? La portada se la encargamos a varias personas, pero había un tío en Valencia que se llama Mick Baro…
Pájaro no sólo te trata de tú, sino que se comporta contigo como si te conociera de toda la vida, y provoca el mismo efecto. Cerveza en mano y sentado con nosotros, mira furtivamente el trabajo de Raúl para quedarse tranquilo y atendernos al cien por cien.
Teniendo en cuenta la sorpresa sonora, y tan variada que es su álbum de debut, nos vemos obligados a preguntar la razón que le ha llevado ahora y no antes a publicar su primer trabajo en solitario. Ironiza diciendo “Realmente ha sido por flojo”, pero el exmercenario rockero continúa:
Esta profesión tiene una cosa, que vives al día, y como siempre he estado acompañando a dieciocho grupos, pues nunca me ha quedado tiempo, ni siquiera aliento para decir, voy a empezar a hacer un proyecto. Cuando terminé de tocar con No Me Pises que Llevo Chanclas y con unos cuantos de grupos, ya me cogió con cierta edad, y empecé a montar en La Caja Negra una banda para divertirnos, La Banda de la Caja Negra, y ahí ha empezado todo. Empezamos Raúl Fernández y yo, contactamos con Paco Lamato y Happy Place y aquí estamos.
Santa Leone une rock, surf rock, blues, rock and roll, música de Semana Santa y el sonido de las películas del oeste que Enio Morricone compuso para Sergio Leone. Estos dos últimos ingredientes están estrechamente relacionadas entre sí desde que el italiano la usó para inspirarse al crear sus aventuras almerienses. Andrés, cofradiero, escuchó esta música de mano de su padre, que era proyeccionista de cine. Tarantino y Django Desencadenado llegaron después. La marcha procesional “Ione” está entre los surcos digitales y de vinilo de Santa Leone. La Sevilla reaccionaria no ha rechistado esta vez.
Los que son cofrades se han alegrado porque han escuchado algo que les ha gustado. No les ha parecido una falta de respeto. A los otros lo mismo. Le ha parecido una idea y una música buena. Aparte, creo que la música no va ni con las religiones ni con la política ni nada; la música es la música. A la música de Semana Santa si le quitas el paso, me sigue gustando.
¿Cómo se grabó Santa Leone?
Empezamos con nada, esto fue un proyecto que surgió de un día para otro. Empezamos a hacer canciones de un día para otro. Incluso, yo iba en el autobús, y con el móvil compuse una canción y cuando llegué al estudio la grabamos el mismo día. Lo grabamos en muy poco tiempo. Tardamos más en decidir qué canción se quedaba. Creo que fue dos meses. Prácticamente íbamos los fines de semana. Tuvimos una época más activa que fueron quince días.
Pájaro tenía claro el concepto de su obra, comparando el trabajo de un pintor añade: “Yo creo que lo más importante es el argumento. Como un cuadro… pintar por pintar, no”. De ahí que tuvimos que preguntarle por su tema favorito.
Uno de los más emotivos para mí es el “Perché”, porque sale del corazón, porque es de verdad, no está elaborado, es un tío llorando porque se le ha ido la novia.
“Perché” nos devuelve el peculiar italiano anarquista en el que cantaba Silvio. Pájaro nos cuenta cómo surgió este italiañolo:
Lo de Silvio es muy fuerte. Silvio escuchaba a Renato Carosone, a todos los cantantes italiano, seguramente en fiestas, porque él no tenía sus discos. En aquella época en la radio también se escuchaban, pero yo no tuve esa suerte, yo nací en el 63, y a mí me cogieron más los Beatles. En los ensayos él nos cantaba las canciones pero a su manera, a su bola, como ninguno las habíamos escuchado… Así que el sinvergüenza estaba cantando las canciones del otro, lo que pasa es que le ponía su punto. En “Este sur de la gran Bretaña”, como decía Silvio, nos pega el italiano.
El álbum trae consigo “Las Criaturas”, de su época de Brigada Ligera, y que volvió a grabar con Silvio, con letra de San Juan de la Cruz. ¿A qué se debe?
Era un tema que yo lo veía en tonos menores. Con Silvio lo teníamos en tonos mayores. A parte es un pequeño homenaje que quería darle.
Andrés se explaya contando anécdotas de Silvio, artista con el que más se le relaciona, y con razón.
Con Silvio me paso una cosa… yo tocaba en Brigada Ligera, una especie de pop rock. Silvio me dejó que Elvis fluyera. Silvio iba por derecho. Cuando yo iba en la furgoneta, Silvio me hacía cantarle por Elvis. Yo tenía 25 o 24 años. Para conocer a Silvio tienes que nacer por lo menos diez veces, para conocer a ese señor. Silvio era un genio, daba todo el perfil de un genio. Conocer a un individuo de estos es muy difícil. Hay algo que yo creo que la gente no sabe de Silvio. Era una persona alcoholista, como él decía, que no era alcohólico, era alcoholista, que le gustaba el alcohol. Yo conozco a Silvio pero nunca le vi perder el norte, nunca le vi perder la cabeza. A parte de que tenía una sensibilidad brutal, una persona muy sensible, un caballero también. A veces me recordaba mucho a Groucho Marx, tenía ese tipo de humor.
Preguntándole acerca de las experiencias que más le han llenado en su profesión, contesta si dudar.
Empecé a tocar antes con Kiko Veneno, con los Hermanos Pérez, que fue el primer grupo que tuve. Kiko Veneno nos hacía canciones con 19 años o así. Disfruté y aprendí con él un montón. En casi todas las historias en que he estado, por no decir en todas, he tenido ese pellizquito. Aunque en Pata Negra, cuando he tocado con Rafael Amador, ese artista tan grande, “Rafaelillo”… ha habido momentos que no se me van a olvidar en la vida.
Pájaro es un nexo entre la música que se hacía antes y la de ahora por estas latitudes, por eso, echando un vistazo al panorama de hoy en la ciudad y Andalucía, Pájaro lo tiene claro.
Los Labios están empezando ahora… Sé que van a hacer muy buena música. Los News me encantan, los he descubierto hace un par de años, y creo que es de los que más futuro les veo. Ahora no sé qué pasa, pero incluso los grupos que están saliendo se les está echando cuenta, como Maga y muchos otros. En los ochenta había un montón de bandas, pero ninguna llegaba a buen puerto. Están empezando de nuevo a resurgir. Ahora hay bastantes bandas que se están moviendo por todo el planeta. Aquí siempre se ha hecho rock andaluz, pero ahora se está haciendo rock and roll, como los News, que todo no es lo mismo de siempre. La gente de aquí ha aportado mucho y seguirá aportando. Es una historia que se repite. En cada generación que he conocido siempre se ha aportado algo que ha aportado a otros. Mucha música dentro del flamenco y del rock and roll ha venido de aquí abajo, es una historia que se ha repetido a lo largo del tiempo. Aquí se ha aportado mucho a la música.
¿Cómo te recuerdas de joven en los escenarios, la emoción de antes y ahora?
Cuando eres más joven las sensaciones son muy diferentes, yo era un descentrado, una persona muy nerviosa, loca perdida, como que no me enteraba de nada. Ahora es diferente, voy mucho más tranquilo. Ahora lo estoy disfrutando más, no porque vaya con mi banda, sino porque estamos haciendo la música que siempre he querido hacer. Eso es muy importante. Siempre me he visto limitado a la hora de trabajar con otra gente porque tenía que hacer su música.
¿Qué te ha enseñado una vida como músico?
Primero que la vida es dura, que el sudor de la frente no es ninguna tontería, y que creo que no me equivoqué de profesión, es lo que me ha gustado hacer siempre, y eso me ha hecho tener felicidad en lo que hago, cosa que debería hacer todo ser humano, aunque es difícil elegir lo que te gusta, pero por lo menos aproximarse.
¿Hay algo acerca de un segundo álbum de Pájaro?
Hay mucha gente que me ha preguntado si voy a seguir con la misma fórmula… La misma fórmula es la poca vergüenza de decir “Vamos a hacer lo que nos dé la gana, vamos a hacer lo que nos guste”. A lo mejor va a coincidir que alguna cosa nos va a recordar a la Semana Santa, pero no tiene que ser un disco parecido a Santa Leone. Cuando tengamos ya un buen numero de canciones con una coherencia… ¡El disco no puede ser un gazpacho, tío, tiene que ser un plato que esté preparado y que no le falte ni le sobre nada!
Andrés empieza a mirar un poco más de la cuenta el improvisado escenario de la terraza. Aprovechamos para hacerle algunas preguntas más
¿Qué escuchas últimamente?
Yo mío no escucho nada, te lo juro, en la vida. Lo escucho cuando me lo ponen los colegas, además me emociona. Lo que más escucho en mi casa es ópera. A mis vecinos los tengo locos, porque claro, tú eres rockero pero tocas esto, después lo otro. Al final Cuando pones música en tu casa llegas a casa lo que escuchas es a Pavarotti. Lo flipo con la ópera.
Le preguntamos si le gusta jugar al dominó, teniendo en mente la nueva y brillantísima prohibición expresa de jugar en las calles de Sevilla
Me encanta, y jugarlo en la calle más. Lo seguiré haciendo, claro que sí.
Frente a seguidores y guiris que no cabían en su asombro Pájaro y Raúl Fernández despedían julio. Profesional a los instrumentos y a la voz, informal y cercano entre ellas, desgranó temas de su época de Silvio, de Santa Leone y hasta una versión de “El Amor Brujo” de Falla, en plan flamenco blues. Tendremos y queremos más pronto.
Antonio Reyes & Juan Manuel Moreno
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