Entrevistar a alguien a quien conoces supone un auténtico reto, al menos si la intención es que el intercambio de preguntas y respuestas se desarrolle de un modo objetivo, pero también supone un auténtico placer en cuanto que el ambiente resulta distendido desde principio a fin y, si no fueran los expuestos suficientes argumentos, la confianza, que no siempre da asco, permite poner en juego ciertas licencias impensables en otros escenarios. Aclarados ciertos puntos de un modo, lo reconozco, un tanto filosófico, es mi deseo presentaros, queridos lectores, a Chari Naranjo, la dramaturga.

María Rosario Naranjo Fernández es, además de amiga y excelente persona, una mujer con carácter que entiende la vida como un continuo reto. Con esta paleta de colores enfoca su ingenio hacia el mundo de la literatura que tan buenos momentos le regala y, aun cuando su polifacético manejo de las letras permite que sea conocida en distintos círculos intelectuales, es el mundo del teatro el que más llama su atención. El teatro (play en el mundo angloparlante) es un género complicado y quizás poco entendido por las masas, que apenas alcanzan a percibir un atisbo de aquello que subyace bajo el término genérico. No obstante, sus obras son tremendamente populares y se caracterizan por alcanzar el alma de aquellos que, como un servidor, se acercan sin temor para dejarse arrastrar por esas escenas que, aun siendo ficticias, retratan una realidad incuestionable.

Si os parece, estimados lectores, comencemos conociendo la trayectoria curricular del personaje como prólogo a la entretenida entrevista que será desarrollada a continuación.

Licenciada en Derecho, DEA en Literatura y Comunicación, Rosario Naranjo compatibiliza su trabajo en el Ministerio de Economía con la escritura creativa y la investigación literaria, habiendo centrado su atención en el Teatro Social contemporáneo. Ha publicado tres novelas y dos libros de cuentos, y sus relatos han sido incluidos, entre otras, en las antologías “A contrarreloj II”, “Cuentos para sonreír”, “Más cuentos para sonreír”, “Cuentos alígeros” y «Memoria y euforia» de la Editorial Hipálage, (2008, 2009, 2009, 2010, 2012); “400 palabras, una ficción” y “Límite 999 palabras” de LetradePalo (2013, 2014), así como en “Relatos cortos curiosos sobre la célula” (Liberis Site, 2014). Ha sido coaboradora de revistas y medios como El Cotidiano, La hora del Cuento de Boolino o el blog de la Librería Beta; la Revista de Cine FRAME, las mexicanas Asfáltica y Justa, la argentina NM, El arte de la Literatura, la Revista de Creación Literaria y Plástica ALDABA, Palabras Diversas, Tántalo y Azahar. Entre sus obras de narrativa publicadas se encuentran Con pata de palo (Fundación Jiménez Becerril, 2010), La luna de Triana (Lampedusa, 2011), Cuentos y Relatos inéditos de Semana Santa (Punto Rojo Libros, 2015) y Más Cuentos y Relatos inéditos de Semana Santa (Mirahadas, 2016). No me digas que No, editada bajo el seudónimo Calista Sweet (HQÑ, 2015) ha supuesto su bautizo como autora romántica.

Premiada en numerosas ocasiones por su labor artística, en el ámbito teatral ha resultado dos veces ganadora del Certamen Internacional de Teatro mínimo Rafael Guerrero, obtenido el Primer Accésit en el Premio de Textos de Teatro Breve Carro de Baco y el Segundo Premio en el I Concurso de Microteatro en el Hórreo convocado por la Asociación Ca l’Asturcón. Últimamente ha resultado también finalista en el III Premio de Textos de Teatro Breve Carro de Baco.

Durante el último año ha realizado en la Escuela Viento Sur el curso: Guion Cinematográfico-Guion Técnico, y está a punto de estrenarse El hilo rojo, primer cortometraje del que es guionista.

Ha participado con su obra ¡La bolsa o la morcilla! en las Lecturas Dramatizadas organizadas por El teatro también se lee el pasado mes de Febrero. Acaba de estrenarse en el Teatro Moderno de Chiclana Ni aquí paz ni después gloria, texto de su autoría en clave de comedia (1 de Abril). Recientemente (mayo) ha participado en MicroDebut (Microteatro Sevilla) con “Bienvenido al Paraíso”, obra escrita y dirigida por ella misma. Y entre sus próximos proyectos se cuenta también el estreno de la obra De rosas y carne, en coautoría con Paco Aragón, en la Sala El Cachorro, así como la puesta en escena de Bienvenido al Paraíso en versión larga en Viento Sur Teatro.

Bueno, bueno… esto es un currículo de categoría, no hay duda. En contra de lo que pudiera desprenderse de tan larga colección de laureles, María Rosario, a la que seguiré llamando Chari a lo largo de esta sección, es una persona asequible, amiga de los buenos momentos y, por qué no decirlo, de “echar unas risas”.

Ahora mismo me dirijo a un café donde he quedado citado con Chari. Me ve llegar y sabe lo que le espera. De momento se prepara, saluda y sonríe. No sabemos cuánto durará esa sonrisa (sé que se pone un poquito seria cuando se trata de hablar de su pasión).

Bienvenida, Chari, de nuevo a esta tu revista amiga Distopía. Quiero que sepas que todo lo que digas puede a partir de este momento ser utilizado en tu contra. Cuando los lectores lean estas líneas ya sabrán de ti un poquito, justo el que les he querido mostrar, un simple acercamiento a una persona a la que admiro y con la que he compartido muy buenos momentos lúdicos y literarios.

chari naranjo

¿Cuándo empieza Chari Naranjo a interesarse por el teatro? 

El teatro siempre despertó mi curiosidad. En el colegio ya escribía obras; allí nos fomentaban mucho tanto la lectura como la escritura. Trabajábamos los textos, estudiábamos a los autores, su contexto. Pronto me llamó la atención aquel formato como medio de expresión y comunicación. Además, llegamos a representar algunas piezas y resultaba divertido. 

¿Y cuándo comienza a escribir teatro?

Como te comentaba, desde mi época escolar. Conservo algunos textos. Pero con carácter profesional a partir de 2008, cuando inicio el Doctorado en Literatura y Comunicación. Para el Trabajo de Investigación escogí Teatro Social, temática que me motivaba, y el gusanillo, que ya andaba por ahí metido, picó con más fuerza que nunca. Desde entonces escribo y escribo, combinando el teatro con la narrativa en todas sus vertientes (relatos, cuentos, novela para adultos, narrativa infantil y juvenil), que es la segunda pierna sobre la que apoyo mi equilibrio emocional. Ya sabes que escribir es para mí una función vital.

¿Es necesario conocer el teatro del siglo de Oro para escribir teatro contemporáneo? ¿Cuáles crees que son las principales diferencias entre ambos? 

Es necesario conocer el teatro a lo largo de toda su historia, acudir a las fuentes, beber de los maestros. Claro que el Siglo de Oro representa un momento clave para el teatro, fundamentalmente en España. Es un momento de desarrollo, de cambio. Y algunos de nuestros autores más reconocidos pertenecen a esta etapa. Pero no son los únicos. Se aprende mucho ampliando el horizonte del espacio y del tiempo. En cuanto a las diferencias con el teatro contemporáneo, los lugares de representación y la temática podrían ser algunas de las más destacables. Luego está la cuestión de las formas y el lenguaje, que también han evolucionado. Ya no se escribe en verso y existen otros recursos susceptibles de aplicarse tanto al texto como al escenario que pueden enriquecer la obra de modo considerable.

¿Te han deseado alguna vez “mucha mierda”? 

Claro, en todas las ocasiones en que se ha representado mi teatro.

Supongo que hoy en día habría que desear “mucha caca de perro”…

Pues sí, porque ya no nos dejamos transportar por carrozas tiradas por caballos. O decir: “que lluevan los aplausos” o “que reviente la sala”, algo así. El mayor éxito hoy día radica en colgar el cartel de “Entradas agotadas”. Eso es lo máximo.

Leyendo tus obras creo distinguir un trasfondo social. Rebate esta impresión.

No podría. Porque, efectivamente, los temas sociales me llegan, y el teatro es una herramienta muy útil en este sentido: permite trasladar un mensaje de impacto, que obligue a la reflexión. Cuando un hecho me conmueve, me siento en la necesidad de escribir sobre él. Mi versión más comprometida como escritora quizás sea esta, la teatral. A veces me valgo también de la narrativa, pero el formato dramático permite dar voz a unos personajes que, presumiblemente, trasladarán sus historias desde las tablas lo que le otorga mayor fuerza al contenido.

Ya toca hablar un poquito de tus obras. A mí personalmente me encanta Bienvenido al paraíso, un drama, porque el tema que trata lo es, pero que a mí me resultado incluso cómico. Claro está que la ironía que destilas puede convertir el drama en comedia y la comedia en drama. Parece que dominas este cambio y encima nos sorprendes con un final inesperado. Cuéntanos algún secreto acerca de estos dos africanos a los que ya me imagino apoyados en el muro fumándose un pitillo.

Son unos seres extraordinarios, la mayoría de inmigrantes africanos lo son. Si te fijas en los que están instalados por aquí, verás que en el fondo de sus ojos hay historias, la mayoría de las veces, desgarradoras, que en cambio ocultan tras sus permanentes sonrisas. Esto es lo que más me atrajo a la hora de plantear una cuestión, la de la inmigración, que está más que trillada. Decidí que contarla desde un prisma alegre, alejado del dramatismo que le es connatural, sería aportar algo nuevo. Así lo entendieron los actores que la llevaron a escena el pasado mes de mayo en la sala Microteatro Sevilla. Enseguida captaron la idea, la potencia del mensaje; hicieron suyos los personajes al punto de que Ali Said y Malik adoptaron la forma de sus rostros. Tal ha sido la conexión que durante la representación recibimos una propuesta para alargar la obra y representarla en una sala más grande, durante el próximo otoño. Es uno de mis próximos proyectos y estoy muy entusiasmada. 

Esta obra está dedicada a todos aquellos caídos en el mar antes de alcanzar el objeto de sus sueños. Se trata de un tema de gran actualidad pero lo planteas de manera tal que no resulta doloroso leerlo o visionarlo. ¿Cómo surge la idea de abordar un tema tan espinoso? 

A raíz de la tragedia ocurrida cerca de Lampedusa en 2013. Me produjo una conmoción, una sacudida brutal. Pensaba en la cantidad de sueños rotos, en la cantidad de proyectos que nunca verían la luz. No podía quedarme al margen. Como escritora, estaba obligada a reaccionar.

¿Conoce Chari Naranjo África?

En mis sueños viajo allí de forma recurrente. A la África amable, la de la Naturaleza y los safaris. Pero esa no es el África de Bienvenido al paraíso, por desgracia. Esa África de guerras, de pobreza y enfermedad no nos gustaría que existiera.

En Una cuestión de identidad, abordas el tema de la soledad y los complejos, de la verdad a medias e incluso de la mentira, una forma de relacionarse que cada vez está más en auge. Al leer la obra te imaginas a dos antihéroes encerrados en sí mismos con miedo al rechazo. Nos gustaría saber el origen de este peculiar argumento.

Cuando la escribí los chats estaban en pleno auge. Me llamaba la atención el modo de enfrentarse a aquel nuevo lugar de encuentro de algunos amigos, como si fuese obligatorio mentir para acceder a una especie de club virtual donde los miembros se identificaban con “Nicks” que, en la mayoría de los casos, se alejaban ostensiblemente de su realidad. Es fácil inventarse una vida escudado tras la pantalla del ordenador. Pero, ¿qué ocurre cuando esa vida/mentira crece tanto que te impide vivir una realidad prometedora?

¿Ha tenido Chari Naranjo alguna cita online?

No la he tenido, pero me parece un medio perfectamente válido para conocer gente. Vivimos en la era de las tecnologías y hay que saber aprovechar los recursos que se nos plantean. Si no nos abrimos a nuevas posibilidades nunca podremos saber a qué atenernos. Hay que arriesgar, se impone dar un paso. Las redes sociales conectan a las personas, ¿quién sabe si también puedan conectarnos al amor?

Me llama especialmente la atención el énfasis puesto en que suene de fondo As Time Goes By de Max Steiner. Supongo que es una canción que trae recuerdos especiales a la autora…

Es una melodía extraordinaria, y fue escogida a propósito ya que la pieza busca esa estética elegante, de película en blanco y negro, con pareja protagonista que se ama pero no llega a encontrarse. Además, Bogart y la Bergman están incluidos en el decorado. No había mejor canción para ponerle banda sonora a Una cuestión de identidad.

Sigamos con la cómica La bolsa o la morcilla, en la que se pone de manifiesto, eso sí, de un modo un tanto curioso, el tema del paro. De nuevo la realidad social tapizada en forma de diálogo con tintes irónicos, un estilo en el que parece que te sientes como pez en el agua…

Te confieso que a menudo trato de innovar, de experimentar con nuevas técnicas, afrontar el planteamiento desde prismas diversos para ver qué ocurre, y yo misma me sorprendo con los resultados. Aunque supongo que hay una línea común que define mis textos, eso que en términos de escritura llamamos “la voz”. Me gusta que encuentres elementos afines en los míos, porque eso significa que estoy en el camino correcto para encontrar mi propia voz.

Has ganado varios premios de teatro ¿Cómo influye este hecho en tu labor literaria?

Se traduce en motivación; además, la mayoría de los premios incluye la puesta en escena de la obra, y esto es el mayor regalo, aparte del reconocimiento y estímulo.

¿Es posible vivir en este país escribiendo teatro? Teniendo en cuenta el mucho teatro que le echa la gente a la vida…

No conozco a ningún autor que viva de eso en exclusiva. Muchos dramaturgos trabajan simultáneamente como guionistas; otros, se dedican a la dirección o a la gestión teatral. Es difícil por no decir imposible vivir del teatro, ni siquiera echándole teatro al teatro… De lo que suelen aprovecharse los vampiros es de la pasión de los autores: ver la obra representada alimenta el espíritu, pero también hay que echarle algo al estómago, así que el truco está en compatibilizar.

Quisiéramos saber cuál ha sido el mejor momento que te ha deparado el teatro hasta la fecha. Ya sabemos que el mejor está por venir…

Diría que todos: el proceso de escritura ya implica disfrute, porque desde que “veo” la idea hasta que le doy forma me lo estoy pasando bien. Luego está mover el texto, “colocarlo” en algún concurso, enviar la propuesta a una sala, buscar actores para su posible representación. Aunque, en definitiva, si he de quedarme con algo, sin duda es con la gente. Con los teatreros. Los mejores momentos los he vivido alrededor de las personas que viven el teatro con la misma pasión que yo.

Alguna anécdota agradable y, si quieres, alguna desagradable tampoco estaría mal.

Anecdótica fue mi participación en el Certamen de Teatro en el Hórreo organizado por la Asociación asturiana Ca l’Asturcón. Envié mi texto y, al contactarme para anunciarme que era uno de los seleccionados, me pidieron el nombre de la compañía que llevaría a cabo allí la representación, apenas un mes más tarde. Como solemos decir por el sur, “se me cayeron los palos del sombrajo”. Menos mal que me atrevo con todo y jamás digo que no a un reto: me puse a buscar y di con los que se han convertido en grandes amigos, los componentes de Taetro, en Chiclana. Su entusiasmo está a la altura de su profesionalidad. De ahí que me dieran el “sí”, convirtiendo lo que podía haber sido una anécdota desagradable -porque de no haber asistido hubiera tenido que renunciar al premio- en una de lo más agradable: segundo premio y obra montada por una de las mejores agrupaciones de España!! Y ahí llevas dos anécdotas en una.

¿Qué siente el autor cuando ve interpretada una de sus obras?

Es como escribir una receta; esta cobra su auténtico sentido cuando se transforma en un delicioso plato. Se experimenta satisfacción, aunque en ocasiones encuentras algunos detalles que no coinciden exactamente con lo que habías dibujado en tu mente. Eso te puede ocasionar cierta frustración. Al final, el director tiene su propia versión y, cuanto antes comprendas eso, más disfrutarás de la puesta en escena. Lo ideal, y es hacia donde estoy orientando mis últimos proyectos, es convertirte, también, en director de escena. Como soy una persona de ideas muy claras y sé lo que pretendo comunicar me encanta dirigir mis textos; además, me he formado al respecto. Aunque acabo de estrenarme en el cargo y me queda todavía mucho camino por recorrer.

Ahora que vivimos rodeados de drama social suponemos que temas que inspiren nuevas obras no te faltan…

Siempre hay cosas que denunciar, y algunas no son, precisamente, nuevas. Pero no por manidas dejan de necesitar un empujoncito. Luego están las nuevas problemáticas que surgen en torno a la coyuntura actual. Y, más allá de las cuestiones sociales, queda mucha tela por contar, porque imaginación es lo que sobra, y ganas.

El erotismo, tan de moda en los escenarios, tú lo tratas con guante blanco. ¿Piensas ensuciarte un poco más en próximas obras?

Tendrás que seguir leyendo si quieres descubrirlo (ríe).

¿Es posible conocer algún proyecto en marcha?

Hay un par de propuestas pendientes de la aprobación de las respectivas salas, y luego está la versión larga de Bienvenido al Paraíso, que puede ser incluida en la programación de una sala con mucha solera para el próximo otoño. También hay una obra en coautoría que iba a estrenarse este mes en la sala El Cachorro, pero por problemas organizativos no ha sido posible, y de momento se ha pospuesto. Esto en lo que respecta al teatro, que es de lo que hablamos hoy.

Háblanos de Teatro.

Te lo resumo parafraseando a Calderón: el mundo es un gran Teatro donde todos somos personajes representando una gran comedia. ¿Has pensado cuál te gustaría que fuese tu papel?

Tu sueño como dramaturga

Mi sueño sería levantarme y acostarme con un lápiz en la mano, o con ambas manos pegadas al teclado, que para el caso es lo mismo. Si pudiera hacer eso significaría que puedo vivir del teatro… ¡echándole teatro a la vida!

El café se acabó hace rato pero hay tiempo para un par de churritos (calentitos de toda la vida en Sevilla) y aún nos queda plantear unas cuantas preguntas. ¿Tiene hoy en día las mismas oportunidades una mujer que un hombre en esto del teatro?

Como en todos los géneros literarios, exceptuando la novela romántica, se ven en cartel más obras rubricadas por hombres que por mujeres. Muchas veces la responsabilidad es de las mismas mujeres, porque subestimamos nuestras posibilidades. Con todo, hay grandes dramaturgas como Paloma Pedrero, Itziar Pascual, Yolanda Pallín o Laila Ripoll, por citar algunas, que están más que consolidadas en el panorama teatral.

Chari Naranjo

¿Tienes un referente cuya omisión en esta entrevista constituiría pecado?

Las mencionadas anteriormente, sin duda. Alonso de Santos es un grande, también Fermín Cabal, Sanchis Sinisterra… En mi adolescencia fui muy fan de Buero Vallejo; me gustaba su forma de escribir y lo que transmitía. Hice un estudio pormenorizado de El tragaluz; me caló hondo. El costumbrismo de los Machado, García Lorca… Y en Andalucía es obligatorio destacar el teatro de Moreno Arenas, Alfonso Zurro, y autores más jóvenes como Tomás Afán o Juan Carlos Rubio que se han posicionado muy bien a nivel nacional. Son muchos los referentes.

En una velada de premios de teatro ¿se habla de teatro?

No es que se hable, sino que se respira teatro. Rodearse de gente de teatro es sano y recomendable, en cualquier contexto. Hay una naturalidad, una necesidad de verbalizar, de manifestar y conectarse que es como una energía que fluye y une a todo el mundo. Te recomiendo que lo pruebes, porque te engancharías.

Para quien no se haya dado cuenta todavía de tu talento, además de unas gafas le vamos a hacer un resumen de los galardones recibidos por una autora sevillana y trianera de pura cepa, como te declaras: 

Primer Premio de Novela corta sobre el Barrio de Triana por “La luna de Triana” (2008)

Ganadora del Concurso El relato más corto del verano por “Guisos de sal y de sol” (2008)

Primer Premio en el Certamen Literario Alfa Bética XXI por el relato “Café con leche” (2010)

Primer Premio en el V Certamen “Creadores por la Libertad y la Paz” por la novela “Con pata de palo” (2011)

Ganadora Concurso de Microrrelatos Guías de Supervivencia por “Dieta a medida” (2011)

Ganadora XIV Certamen Internacional de Teatro mínimo Rafael Guerrero con la pieza “Una cuestión de identidad” (2012)

Primer Accésit Premio de Textos de Teatro Breve Carro de Baco con la pieza “Bienvenido al paraíso” (2014)

Segundo Premio I Concurso de Microteatro en el Hórreo con la obra “¡La bolsa o la morcilla!” (2014)

Ganadora XVI Certamen Internacional de Teatro mínimo Rafael Guerrero con la pieza “Ni aquí paz ni después gloria” (2015)

Tercer Premio en el I Concurso FECOGA de Relatos Cortos de Gastronomía por el relato “Con la sartén por el mango” (2011)

Tercer Premio en el I Concurso de Relatos Cortos “Despedida  Del 2011” con “Tiempos de cambios” (2012).

Finalista Concurso Literatura y Cambio Climático (Fomento a la Lectura) por “El aventurero”, convocado por Escuela de Letras (2008).

Finalista Concurso de Relatos Cortos “Sabores de Andalucía” por “De gazpacho también se vive”, convocado por la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía y El País Viajero (2008).

Finalista en el II Certamen Internacional de Cuento “Jorge Luis Borges–2008” (Argentina) con el relato “La aspirante”.

Finalista en el III Concurso de Relatos cortos Beso de Rechenna con “Un mercado para los besos” (2011).

Finalista en el II Premio de Poesía Amatoria, Gozosa y Erótica con “Estrella errante” (2012).

Debo de reconocer, Chari, que tu palmarés asusta. Un servidor, que se ha aventurado hasta en dos ocasiones a publicar de tu mano, experimenta cierto vértigo al pensar realmente con quién está jugando a esto de escribir. En cambio, echo de menos la faceta poética que ocultas a miradas indiscretas ¿tienes algo que declarar en tu defensa?

Uno debe siempre guardarse un as debajo de la manga, y eso es lo que hago yo con mi vena poética. Siendo, como soy, naturalmente tímida, rozo los límites del pudor cuando se trata de mostrar mis poemas. Prefiero guardarlos celosamente porque, por otra parte, respeto mucho al poeta y su modo de ver y sentir la vida. No estoy preparada para compartir eso con nadie. Publicar es un acto de exhibición: ahí te entregas sin reservas, una parte de tu intimidad queda expuesta porque cada palabra está conectada a una emoción, a una vivencia. Pero ya sabes que los retos me motivan, quién sabe si algún día me decida a dar el paso.

Es el momento de que nos regales un último apunte de ti misma, uno que no conozcamos y que nos sirva para echar el telón de esta amena entrevista en la que hemos disfrutado mucho junto a ti:

Pues te confesaré que soy un pelín golosa y, aunque los churritos estaban estupendos, todavía me queda hueco para un dulcecito. ¿Qué te parece si pedimos algo de chocolate y te cuento un par de cosas para que las uses en la próxima entrevista? Esa donde hablaremos de poesía y literatura romántica y erótica (me guiña un ojo).

Desde la revista Distopía te vuelvo a dar las gracias por habernos abierto las puertas de tu corazón y te deseamos todos los éxitos para el futuro. Un fuerte abrazo.

 

Francisco Javier Torres Gómez