¡Hay que ver! ¡Cómo está el patio! Manga por hombro.

Los políticos no dan la cara: a ellos les da todo igual. Van en sus coches oficiales de aquí para allá, con sus dietas y pisos en la Moraleja, con sus sobresueldos y sus vacaciones pagadas por el erario público… Y tal y como están las cosas van y se suben un 28% los presupuestos del congreso para este nuevo año.

Claro, no hacen nada como reacción a lo que los ciudadanos pedimos. Y es que pedir, no pedimos nada. ¿Para qué? Sólo queremos comer. No queremos más.

Ya no queda mucho que comer por ningún lado. Después de las revueltas del otoño pasado, los que quedaron en pie acapararon todo lo que pudieron para ellos, y sus familias. Pero nada, aquello fue pan para entonces y hambre para hoy. Y ya, poco a poco, cada vez vamos quedando menos. Y los que quedamos estamos ya en las últimas: cada vez cuesta más movernos y buscar comida. Y nada, acudes a ver a los políticos, sí, al mismo congreso donde se siguen reuniendo cada día de la semana, y nada, que no nos hacen caso. Sólo nos dan algo de pábulo cuando vamos un gran número, que ya es difícil que eso ocurra. Y entonces, nos repelen el ataque con bastante facilidad, dado nuestro estado que es ya muy lamentable. A mí se me han caído ya las dos orejas, aunque aún oigo, y tengo una pierna con los huesos al aire. Pero yo sigo luchando.

Ya casi no me queda familia. Sólo mi suegra. La mujer ahí aguanta. Yo creo que por su voraz apetito. Tiene un olfato… Ningún cadáver de menos de dos días se le escapa. Y yo sigo a su lado porque me deja compartir con ella los despojos semipodridos que hoy en día son una delicatessen.

Muchos han huido al campo y ya sólo quedamos mi suegra, un barrendero sin brazos que quiere hablar con Ana Botella, y un servidor. Hoy vamos a visitarlos con la pancarta que quedó de las revueltas, y que nos viene al pelo para reivindicar nuestros derechos. Ellos van y vienen sin inmutarse y siguen haciendo su vida tras las alambradas, los muros y las metralletas.

Pero nosotros seguimos luchando. Total, ya no tenemos nada que perder…

Me encanta el lema de esta vez, y dado el estado de putrefacción de nuestras meninges, a ver si tiene gancho y cala en alguno que aún tenga alma:

                   ¡¡NI MUERTOS DEJAREMOS DE LUCHAR!!

                                Firmado: PARTIDO ZOMBI

 

 Estibaliz Etxebarria