FICHA TÉCNICA
Título: De tal padre, tal hijo
Título original: Soshite Chichi ni Naru
Guión y Dirección: Hirokazu Koreeda
País: Japón
Año: 2013
Duración: 120min
Género: Drama
Reparto: Masaharu Fukuyama, Jun Kunimura,
Kirin Kiki, Machiko Ono, Lily Franky, Jun Fubuki
Distribuidora: Golem Distribución
Productora: Fuji Televisión Network, Amuse
Sinopsis:
Dos familias, la de Ryoata, exitoso arquitecto entregado a su trabajo que vive con su esposa e hijo en un barrio alto de Tokio y la de Lily y su marido Yôko, vendedor de clase baja y devoto padre de familia, se verán entrelazadas el día que descubren que sus hijos han sido intercambiados al nacer. A partir de ahí se enfrentaran a la decisión más importante de sus vidas donde los valores de cada familia e individuo determinarán sus acciones en una historia cargada de emociones y frustraciones.
Tres grandes ejes se alzan en el guión, las reflexiones de Ryoata acerca de si ha sido un buen padre, la ansiedad de Midori su mujer, por no haber sabido reconocer a su hijo después de dar a luz y la incertidumbre de Keita, el hijo de seis años que ha de aprender a vivir con su nueva familia a pesar de saber que no es ahí donde pertenece.
De tal padre, tal hijo
A partir de una historia tan sobrecogedora como el intercambio “accidental” de dos niños al nacer, Koreeda aprovecha para adentrarse en el universo de la familia y la identidad. Es fácil como espectador empatizar casi de inmediato con la indecisión e impotencia de los padres protagonistas, que realizarán su propio recorrido emocional a lo largo del film.
Se trata pues de una película sobre sentimientos y de cómo cada uno afronta los imprevistos a los que le expone la vida.
Los niños como en muchas películas de Koreeda, cobran un papel imprescindible a la hora de narrar la historia desde un punto de vista inocente y sin prejuicios. Son estos los que conmocionan y agitan cualquier idea preconcebida que podamos tener sobre la importancia de la consanguinidad y su repercusión en la formación identitaria del individuo.
El director propone múltiples posibilidades a un dilema, cuando menos delicado y complejo, en el que los intereses y sentimientos de cada uno de los implicados es puesto de manifiesto de tal manera que al igual que ellos, no somos capaces de encontrar salida. Es por esto que la puerta semiabierta que deja la película, es recibida con tanto alivio después de casi dos horas manteniendo el corazón en un puño y habiendo derramado alguna que otra lágrima.
El tema de la identidad y la pertenencia tienen un carácter especialmente susceptible en nuestro país, dónde la búsqueda de respuestas de tantas familias, padres, madres e hijos que fueron separados en la época del franquismo, sigue a flor de piel. Quien más quien menos puede relacionar muchas de las cuestiones que aquí se plantean con nuestra historia más reciente.
Pero no es sólo el eco del sufrimiento ajeno el que se nos atraganta, se trata de algo más primitivo e intrínseco en todo ser humano, aquello que nos enfrenta a nuestra historia individual donde arraigan las frustraciones y deseos más profundos. Es en la referencia a las raíces, al núcleo familiar, cuando este film verdaderamente toca una fibra sensible común, pues todos hemos sido hijos y algunos padres también.
Lola J. Carrillo Elkin
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