Cuenta una leyenda que si gritas «arte contemporáneo» y «Sevilla» tres veces delante de un Cristo sale un fantasma y te hace hermano. Mentira, se lo digo yo. Porque pueden ir a muchos sitios donde se está moviendo lo mejor del arte urbano europeo y mundial, vendiéndose a todas partes del mundo e innovando en cosas que les sorprenderían. Algunos que van a leer esto ya conocen la Galería Delimbo en Sevilla. Podría estar en Barcelona, o en Chicago. Pero está en Sevilla. Y es una suerte enorme. De verdad se lo digo. Además de traer unos artistas excepcionales, ellos, Seleka y Laura, son también artistas. De crear y de saber cuál es la creación por la que apostar.

El día que quedé con Seleka estaba muy atareado, estaban allí de la tele para entrevistarlo por la expo de María José Gallardo. Una joya de exposición. ¿Por qué ese atrevimiento y buen criterio? Vean por qué.

Seleka

Parece que va bien la cosa por aquí, ¿no?

Sí.

Eso está bien, después de la Primera Bienal de Arte Contemporáneo parece que todo se vino un poco abajo, que todo se empezó a basar en subvenciones, y si no hay, Sevilla se queda atrás.

Sevilla, hoy en día, tiene mucho de avanzadilla, pero los políticos no están a la altura. Los políticos de esta ciudad no tienen ni puñetera idea de lo que está pasando, no saben cómo apoyar. Con el rollo de que son todos tan ladrones se han inventado triquiñuelas burocráticas para que acceder a las ayudas sean complicado. Lo que hacen, en vez de allanar el camino, es poner zancadillas. Es aburrido ver cómo usan los recursos públicos, los fondos públicos, puf… Espero que, con nuestra generación, que tiene una forma diferente de pensar, cuando llegue a la política las cosas cambien. Que haya facilidades o, por lo menos, que no haya zancadillas.

Como por ejemplo en Navidad, donde se ha usado el escaparate moderno de las Setas como una excusa para todo lo contrario, construyendo una especie de parque de atracciones castizo.

 El centro de Sevilla durante las Navidades es un parque temático cutre, un Port Aventura degradado. Mientras un ayuntamiento como el de Málaga, que también es del PP, que se presupone… bueno, yo cuando escucho “PP” veo la huella del Franquismo. Y ahora veo que un ayuntamiento como el de Málaga deja que los museos se instauren en su ciudad, que tiene el CAC de Málaga que probablemente sea el mejor museo de arte contemporáneo de Andalucía y posiblemente de España, que ha prohibido la explotación de animales en el espacio público… pues ole sus huevos.

Parece que más la tendencia de un partido concreto parece la tendencia de una cultura de la sociedad de esa ciudad. Por ejemplo Bilbao, donde el PNV que es conservador ha apoyado la reconversión de la ciudad de industrial a ciudad de diseño. 

Yo creo que es un poco un todo…Sí que es verdad, parece que no pero están pasando cosas que están situando a Sevilla en otro sitio. En los Goya se vio todo el mundo del cine en Sevilla, con un cine superfuerte. La música sevillana donde vayas está, en su día fue el Hip-Hop, ahora son Pony Bravo, Pájaro. Algo está pasando, hay un germen. Quizá si estuviera potenciado a nivel institucional no sería algo tan bueno, no nos lo hubiéramos tenido que currar tanto y no sería tan bueno. El otro día hablaba con un artista joven afincado en Barcelona que me decía “es que sois los únicos que quedáis”, dentro de nuestro prisma. Hay galerías en toda España que están haciendo cosas interesantes pero dentro de la línea de trabajo que estamos llevando nosotros, somos el último bastión. Estaba Iguapop en Barcelona, estaba Subacuática en Madrid, luego estaban unos amigos que abrieron también en Madrid y han durado un año y medio… es que en Sevilla somos los últimos y encima estamos empezando a funcionar a nivel comercial.

Y, ¿por qué en Sevilla?

Porque Laura, mi socia y pareja, es de Huelva pero lleva toda la vida en Sevilla. Yo soy de Sevilla, he vivido fuera pero soy de aquí. La verdad es que fue un poco por la inconsciencia. Lo que pasa es que todo empezó como un proyecto que después, cuando aprendimos un poco, acabó mutando a Delimbo. Primero fue la Galería Montana y luego fue Delimbo.

Y menos mal que Sevilla está cambiando.

Menos mal. Imagínate lo bonito que sería levantarte y poder decir “hoy me voy a ver la exposición de tal museo que me interesa”. Vemos lo que pasa en Madrid y decimos “debería estar en Madrid”. Pero al final lo bonito de que estemos en Sevilla es que estamos haciendo cosas diferentes y estamos construyendo futuro.

Además se está moviendo a todos los niveles, porque una de las cosas que llama la atención es que está cambiando la gastronomía, la moda, incluso la idea de difusión está cambiando. Pájaro nos decía en una entrevista que le recordaba a los 70-80 cuando estaba saliendo algo diferente, parece que eso ha arraigado en una generación.

Y también lo bonito es que Nueva York existe, Londres existe, París existe, son ciudades que tienen su personalidad y ya no va a dar más de sí. Pero Sevilla se está creando, y nuestra personalidad se está creando. Esta ciudad puede ser lo que queramos y lo que imaginemos. Sin el apoyo de nuestros políticos que lo único que hacen es destrozar la ciudad y ponerlo todo cada vez más feo. Estuvimos en LAB y tienen un espacio sorprendente, los de Espacio California haciendo una labor bastante buena, AJG… bueno, lo que ha hecho The Red House hace 10 años era impensable en Sevilla.

Están cambiando muchas cosas. Tú conoces bien el mundo del graffitti, y yo recuerdo precisamente cómo en mi barrio, en el Parque Alcosa, eso era un verdadero culto.

Había unos graffittis de unos tiburones que eran de Bimbo, y luego había uno titulado “Entre la vida y la muerte”. Yo iba allí y era algo orgásmico. Entonces todo ese mundo se movía entre Parque Acosa y Sevilla Este. La zona justo detrás del Carrefour. Tenías que andar por las vías para llegar hasta allí. Bimbo, a día de hoy sigue trabajando con nosotros en obra gráfica. Es un pionero, un visionario. Cuando yo era pequeño me cogió y me dijo “vente a pintar conmigo”. Me acogió. Otro era Logan que se movía por allí y hoy es un referente internacional del tattoo. Por la labor tan nefasta de nuestros políticos volvemos a estar sin espacios, lo único que hacen es poner dificultades.

Recordé esos graffitis cuando entrevistamos a Pájaro porque nos decía que en su época la gente conocía mucho de fuera porque tenía mucha curiosidad. Parece que ni la escuela ha cuidado esa curiosidad, ¿mata la escuela el arte, la creatividad?

No te puedo responder con propiedad porque no he ido a la Academia de Arte. Pero te puedo decir que quizá sí porque es dogmática la enseñanza aquí. Luego ves escuelas internacionales que ves a los alumnos y dices hostia… o algunas como la Joso Comics de Barcelona donde ves que vas a estudiar y que tu mano la van a convertir en una mano de dibujante de comic. Eso aquí no lo hay, y en la pública ni te cuento, eso es una broma. Sin embargo, el otro día estuve en la Escuela de Arte de Sevilla y me dio la sensación de que había muy buenas intenciones y muy buen ambiente por parte del profesorado. Había profesorado muy preparado. Ahora, en Bellas Artes de Sevilla, eso es lamentable.

 Yo lo noto en la fotografía.

Fíjate, en la fotografía, en la Escuela de Arte, está Eduardo D’Acosta, que está metiendo el germen. Luego está otro profesor de Málaga que están sembrando algo.

 El espíritu autodidacta es importante.

Tengo unos amigos que tienen una tienda de Bellas Artes y dicen “la mitad de mis clientes, no vuelven de junio a septiembre”, ¡un artista no descansa en verano!

Es importante ver arte, ver fotos por ejemplo, sin límite, entrar en Flickr, ver fotos de Doisneau…

Educar la vista es lo más importante de todo. Yo todo lo que sé de pintura lo he aprendido solo. A ver, sí, he aprendido, yo he aprendido de mis compañeros de muro. ¡Al final estamos hablando de mí!

Sí, es cierto, pero bueno, se trata de mostrar que podemos mostrar una visión de Sevilla diferente a la habitual, que se puede, ¿verdad?

Cualquier persona que venga de fuera alucina. Hervé di Rosa, es un mítico pintor francés que hizo cosas con nosotros y cuando le tocó vivir en Sevilla él alucinaba con esta ciudad. Creo que esta ciudad tiene la capacidad de hacer que venga alguien de fuera y lo alucine. Tú tienes la típica imagen de Sevilla, y esa imagen está, y me parece perfecto que esté y esté siempre, pero creo que tiene que convivir con la nueva.

Una galería es un negocio, evidentemente, pero también es una casa en la que muestras lo que eres.

De hecho, nunca ha sido un negocio, durante muchos años ha sido un agujero. Los trabajos que hemos hecho Laura y yo externos a Delimbo era para mantener vivos a Delimbo. Gracias a todos los años que llevamos de labor, y a que la gente ha comenzado a entender la línea de trabajo que tenemos, estamos empezando a funcionar como negocio. Pero incluso nosotros alucinamos. Antes vendíamos una obra y hasta nos temblaban las piernas. Ha venido un tipo al final de la exposición de 3TTMAN que es un artista que a nivel comercial funciona muy bien por ahí fuera y no habíamos vendido ni una obra, y este tipo compró una obra de mediano formato de unos 1500€ y Laura y yo no sabíamos si ponerle una alfombra roja. Hello Monster por ejemplo ha funcionado muy bien, hemos venido a Australia, a París, a New York, hemos vendido al mundo entero.

 Quizá eso ayude mucho, ¿no? Puedes tener tu sitio en Sevilla y proyectarte a cualquier parte.

 Sí, sí, totalmente. Yo no sé qué sería de nosotros sin Internet. Por un lado dices, ganaría en algunos aspectos, si tuviera la antigua mentalidad de “a mis artistas sólo los tengo yo, y quien los quiera tiene que venir aquí a buscarlo”. Y captas a un cliente y ése no va a poder ir a otra galería… quizá con esa mentalidad… pero con la gente de nuestra generación, que conocemos el mundo de Internet y sólo pensamos en compartir, eso no funcionaría. Nosotros hemos enfocado muy bien el tema web, hemos hecho un diseño muy limpio, muy claro, puedes ver las obras a un tamaño grande. Normalmente las galerías muestran las obras a un tamaño muy pequeño para que la gente no la robe. Nosotros no pensamos que vayan a robarnos una obra, ni el artista nos pide que la subamos a un tamaño pequeñito. También te digo que muchos de los clientes que nos compran online pasaron antes por aquí, o nos compraron online, pasaron por aquí y luego volvieron a comprar online.

 Hay mucha interacción.

Hay mucha interacción y no somos una plataforma que solo venda online. Entiendo que muchas galerías que solo vendan online no vendan. Yo entiendo que tener un punto físico nos ayuda mucho.

Una cosa que llama la atención es que es galería y tienda al mismo tiempo. Puedes encontrar ropa, y eso muestra que el arte no es solo algo colgado en la pared. Parece más un centro de creación, ¿por qué hacer eso?

Nosotros no tenemos tantos prejuicios. Venimos de una generación con menos prejuicios. Antes eras rockero, o eras metalero, pero ahora está Spotify. Antes, ¿quién iba a hacer que la música llegase? El de tu barrio que escuchaba rock y además solo tenía dinero para rock. Pues igual que Spotify te abre a otros gustos musicales, a la gente que nos gusta el arte nos gusta el diseño, la moda… También te digo que los primeros años de galería no habríamos funcionado sin tienda. Algunos que son fans de Delimbo ahora nos dijeron “es que una galería no puede ser tienda”. Pues si sólo hubiésemos sido galería no estaríamos donde estamos hoy. Sólo dedicamos un 10% a tienda, y el resto a galería. Podríamos haberlo hecho al revés pero para nosotros está claro que nuestra apuesta es el arte. Dicho esto, la tienda tiene una apuesta por cosas que no puedes encontrar en Sevilla, y algunas cosas ni en Andalucía o España. Hoy en día hay muchos museos que se quejan, “no hay dinero”, bueno pues pon una tienda atractiva, haz dinero.

 Eso lo pensé viendo el British Museum, encuentras en su tienda cosas que son interesantes incluso desde el punto de vista del diseño.

Laura y yo nos volvimos locos en la tienda del Pompiduo, queríamos comprar media tienda. El CAC de Málaga también tiene ese punto, medio público medio privado, que hace que tenga que partirse la cara para traer shows de verdad, su librería tiene libros alucinantes, y eso acaba siendo rentable.

 Por eso, quizá, al menos si no se ayuda, por lo menos que las instituciones no entorpezcan.

Nosotros ahora parece que tenemos que dar gracias porque estamos en el 10% de IVA el arte plástico. Simplemente se han dado cuenta que el 0% de 0 es 0. Y, por otro lado, de la cultura, por haberle puesto un 21% no iban a ganar nada, porque la cultura nunca fue motor de este país. Nosotros, en cuanto volvió a ser del 10% notamos un crecimiento notable en las ventas. Pero los que tienen que pagar un 21%, es un auténtico robo. No hay otro país que esté haciendo eso. Es que parece un castigo, “los de la cultura qué sois, ¿de izquierda?” pues a castigarlos.

 Y los medios parece que dan poca repercusión a eso.

Y aunque la den, es que estamos tan cansados ya de eso. Yo intento no ver los medios. Desde que está eldiario.es he vuelto a mirar algo por encima, pero intento no meterme mucho porque me pone las tripas negras. Eso es otra cosa que pasa, te pones tan enfermo que dejas de hacer cosas porque te revuelven por dentro. Para seguir vivo y estable emocionalmente intentamos no enterarnos de todo lo que está pasando, que parece otro trato que han hecho: bombardearnos de mierda para que digamos “no queremos saber nada más de vosotros”.

Sin embargo, yo siempre he sido partidario de que el “arte contestatario” puede estar bien o no, no por serlo tiene que estar bien.

 Claro, a mí si alguien hace algo contestatario con sentido me encanta, pero también me encanta abstraerme. A mí ver cuatro manchas puestas en su sitio, a mí me transmite. Muchas veces viene la gente y me dice “es que no entiendo” y yo digo “bueno, te gusta o no te gusta”, y luego están los otros, los que buscan los textos para entenderlo, los “interpretadores”.

En eso hay gente a la que le digo “una obra de arte es un proceso de comunicación emocional”, quizá el artista ha querido comunicar o no, pero hay una emoción en la obra de arte y tú entras, o no. Falta en el arte contemporáneo entender la emoción que hay.

Cuánta música escuchamos en inglés, porque yo entiendo inglés, hablo inglés fluidamente porque el 60% de la comunicación que hacemos en Delimbo es inglés, y vemos películas y a veces no las entendemos, pero se nos ponen los vellos de punta con música, con sonidos que no entendemos pero la sentimos.

Pero igual que la música con su ritmo y sonido, una obra pictórica o arquitectónica puede transmitirnos sin hablarnos.

 Exacto, si después tiene una segunda lectura, chapó, si a mí me transmite de primeras y de segundas tiene una lectura, me derrito. Ahora, sí es una puta basura, me da igual el texto que hayas hecho sobre esa puta basura. En el arte contemporáneo hay mucho postureo.

Captura

 Recuerdo una vez explicándole a una persona la Venus del Espejo las ideas que había en el cuadro. Le sorprendió lo complejo que era un cuadro que simplemente le parecía “bonito, bien hecho, con una mujer desnuda”. También esa transmisión se tiene que interiorizar, y si no te dice nada a lo mejor es que tampoco tienes nada por dentro.

Totalmente, es que si no tienes una educación visual previa, no puedes esperar que eso te transmita. Lo que pasa es que hay después ciertos personajes de la cultura contemporánea que son imprescindibles. Está el caso de Jeffrey Deitch, que fue hace poco director del MOCA y que para mí es de mis comisarios favoritos. Lo quitaron del MOCA porque tal como llegó dijo “lo siento mucho pero todos los chupópteros que vivís de este museo vais a dejar de vivir de él porque no tiene nada que ver con mi forma de trabajar”. La prensa encima de él, los críticos encima de él, los artistas encima de él…hasta que han conseguido echarlo. Pero a mí la labor de ese tipo me parece redonda. No voy a ser abogado del diablo porque muchos artistas dicen que Deitch como galerista era un tiburón. Me parece muy bien, pero su criterio selectivo era de los mejores que ha habido.

Era un tiburón que sabía comer.

Efectivamente, ni más ni menos, muy buena la definición. Lo cortés no quita lo valiente. El tío hacía de puta madre su trabajo aunque después fuera un hijo de puta.

Algo así me comentaba un editor de una pequeña editorial en España, que aquí no quedan editores como en el mundo anglosajón que realmente revisan los libros te llames Franzen o Pynchon.

Realmente te diría que nosotros no tenemos referentes a nivel galerístico en España. Suena triste y no quiero desmerecer el trabajo de nadie. Nosotros, cuando charlamos con Rafael Ortiz que es a nivel de Sevilla la persona que más sabiduría tiene y no sólo le gusta tener gente joven si no que está deseando que le preguntemos. Y Félix Gómez, todos los galeristas que hemos conocido, chapó… pero la visión que ellos tienen del arte, siendo perfectamente legítima con buenos artistas, no es la que tenemos nosotros. No la tenemos en España. Tenemos compañeros, gente que está en nuestra línea pero no hay nadie que diga “hostia, es que está el tipo este haciendo tal comisariado en tal museo”. Incluso, nosotros, cada vez le dedicamos más a la galería, hemos metido a Abel, un nuevo miembro que permite que Laura y yo le dedicamos más a lo que hay detrás de la galería. Pero todo esto es agotador, atender a la prensa, al público, llega un punto en el que ves a un crítico y dices “qué bonito, ojalá pudiera estar yo sentado escribiendo”. Eso nosotros no lo hemos conocido porque nos ha tocado vivir la versión del galerista 2.0. ¿Qué pasa? Que eso nos ha hecho más fuertes, nuestro modelo ha dado resultado, dejándonos la salud.

De hecho, nosotros en la revista hemos ido abandonando la idea de hacer críticas para hablar más de la experiencia respecto a la película, o la exposición que veamos.

 A mí es que me parece el trabajo del crítico… con qué facilidad desmonta algo que tú no tienes ni puta idea, si no has cogido un pincel, cómo coño sabes cómo se arrastra la pintura. Me gustó mucho en JotDown un artículo donde hablaban de una peli diciendo que iba a hacer una crítica opuesta a otra que se había publicado en la misma revista. Digo, hostia, qué bonito que en un mismo medio uno diga que la película es una bomba y otro que es una mierda. Hay música que se puede escuchar parado y otra si estás de fiesta, cada cosa tiene su por qué y su contexto. Y en la crítica falta gente que hable para el público, que no use un lenguaje encriptado.

Por ejemplo  Birdman, gana el Óscar y ya te tiene que gustar, y a lo mejor te gusta más Interstellar y siempre hay alguien que te dice “¿cómo te puede gustar si ni siquiera la han nominado?”. No se le deja al consumidor de arte que decida. 

Pero además, eso lo leí hace poco, hablaba de por qué no dejamos que la gente decida. Yo me cagaba en cosas de hace años que ahora me gustan, lo veo como una forma de aprender, de madurar en el camino. Tener una idea fija es nocivo.

Eso nos decía Genaro Chic, “yo tengo mis ideas, y si me convence de otras no tengo problema en cambiarlas”.

El rapero Tote King, lo que todo el mundo le echa en cara es que dicen que es un veleta, pero es que él es así, es una persona que si en algo cambia de opinión, si alguien le hace cambiar de opinión, él no tiene problema. Lo que pasa es que lo malo del rap es que parece que si en cierto modo sientas cátedra, ya no te puedes contradecir. Pero claro, es un tipo que evoluciona y me parece superbonito.

Yo he notado mucho que algunas generaciones nuevas están asumiendo solo la parte más superficial de estas cosas, que no tienen curiosidad por ir más allá, ¿puede morir este movimiento que está pasando en Sevilla?

La verdad es que no lo sé. Piensa que somos la cuna de grandes pintores. Hay países que podrán tener lo que quieran pero no han sido nunca lo que ha sido Sevilla. Ahora, si se fomenta tanto el capillismo… eso son chavales que sí, que están haciendo que una tradición se perpetúe, que ojo, eso está muy bien, pero al final perpetuan una cosa sin darle una evolución. En el graffitti, aquí antes había un nivel que ahora no hay. Antes era otra cosa, no quiero sonar a viejo, pero la actitud que teníamos antes no es la que tienen ahora. Laura y yo es que tenemos una visión más allá de Sevilla, por ejemplo hay dos artistas catalanes que son Sagüe y Ariz, o David Méndez Alonso que es gallego pero vive en Barcelona, que tienen entre 25 y 27 años, y ¡madre mía lo que hacen! Ya hubiéramos querido nuestra generación haber hecho la mitad de lo que hacen ellos, así que no todo está perdido.

Arturo Querejeta decía que los actores jóvenes están mucho más formados que los de su generación, pero no pueden aplicar su formación nada más que como trasfondo, no pueden usarla para crear.

Por ejemplo, hoy para un artista joven, para trabajar con nosotros, es triste decirlo, a día de hoy es que no puede pagarse un año y medio exclusivamente pintando, un estudio. Aquí no puedes venir con cuatro cuadros, necesitas una inversión importante simplemente en materiales y espacio. Ya no hablamos de que sea mejor ni peor. A lo mejor vemos gente con talento pero que aquí no podrían hacer una exposición. Son chavales superformados pero ¿cómo muestran esa formación? ¿hay espacios? ¡mucho concurso de Arte Joven! Pero no hay una sala para que expongan, una institución fuerte que diga “tenemos edificios cerrados, ¡a exponer artistas jóvenes!”. Mira, estos belgas de Hello Monster han tenido un estudio gratis durante seis años, dos por cada uno de los tres miembros, y no han tenido que preocuparse de nada más que de producir obras.

Las instituciones piensan solo en concursos y subvenciones, pero no piensan en nada activo. 

Aquí tenemos algo así en el CICUS, pero la pena es que cuando ha empezado su potencial es cuando han cortado todas las ayudas dentro de la Universidad. Y aun así están sacando una programación que no se las salta un galgo. Sevilla, además, se ha vuelto una ciudad centralizada, es como que todo está pasando en el Centro.

En la educación falta educación real en artes.

Yo creo que el arte hoy en día en los colegios se debería empezar del graffitti hacia atrás. Empieza con eso y de ahí a los carteles, y de ahí atrás, hasta el principio. No que si se empieza en el Neolítico, al chaval no le interesa lo más mínimo, ¡engánchalo!

Claro, porque el pensamiento mítico está en el presente, y de ahí narra el cuento hacia atrás.

Que los chavales cojan unas brochas, que se manchen enteros con un lienzo. Yo creo que, por ejemplo, música y pintura deberían ser imprescindibles. Los ingleses tienen una educación en el arte porque ellos tienen un trabajo artístico que han tenido que presentar en clase para aprobar. Aquí es más importante la religión.

Semanas después estuve con Laura, la otra mitad de Delimbo porque además Seleka me insistió que hablara con ella, que me podía dar un punto de vista diferente e interesante. Y lo fue, vaya si lo fue. Lo primero porque renunciamos a hacer la entrevista en una de esas cafeterías de franquicia. Más a gusto, acabamos en La mercería, con un vino para mí y un te de menta para ella. Aislados de la Semana Santa que se nos echaba encima. Empecé una conversación excepcional preguntándole precisamente por la ciudad y por sitios como ése donde nos sentábamos en mitad del cambio de Sevilla.

laura

Laura (L): A nivel privado estoy cada vez más emocionada, porque observo que cada vez son más las personas que desarrollan un proyecto propio y de calidad. Si ofreces mierda la gente come mierda, pero si ofreces calidad la gente consume calidad. Poco a poco las sociedades se van reinventando y reeducando, las personas estamos hambrientas de cultura. Y como estemos esperando que a nivel público, hagan algo, nos podemos quedar sentado. Así que me encanta cada vez que alguien apuesta y arriesga por algo nuevo.

A mí me impresionó sobre todo que no fueran islas, sino que hubiera una corriente real de cambio en la ciudad. 

Ha sido poco a poco… Los primeros cinco años fueros diferentes tuvimos otros dos locales donde literalmente no había nada más alrededor hasta que nos vinimos a esta zona [la que posteriormente y entre algunos negocios más dimos a conocer como Soho Benita] Pero al principio no había mucha apuesta. Lo bueno es que nuestro motor siempre ha sido nuestra pasión por todo lo que hacemos, siempre hemos avanzado sin pensar demasiado (muchas veces cuando piensas màs de la cuenta te atrancas y te entra miedo) Hemos hecho las cosas porque las hemos querido hacer, porque hemos tenido mucho amor para hacer lo que hacíamos y pese al mal tiempo hemos tenido cosas maravillosas que nos han movido y nos siguen moviendo. La autosuficiencia también es un factor muy importante, ser conscientes desde el principio que éramos capaces y no dependíamos de nada es lo que ha hecho que Delimbo vaya a hacer 9 años ya. Yo creo que eso es de lo que ahora mismo todo el mundo se está dando cuenta, de que querer es poder aunque te hagan creer lo contrario.

Convertir en oportunidad la desventaja, porque para haber un mal apoyo público mejor no haberlo. 

Hombre, realmente debería haberlo, pero no tendría que ser malo, tendría que ser bueno mira lo que están haciendo últimamente en Málaga, estamos gratamente sorprendidos la verdad. Si el Ayuntamiento de esta ciudad cediese espacios, gestionase de otra manera los presupuestos… ¡haríamos malabares! El reciente cierre de Zemos98 por ejemplo, es una pena que en esta ciudad acaben con proyectos tan interesantes y con proyección internacional como éste en lugar de apoyarlos en fin… La misma historia de siempre. Lo bueno es que no dejan de salir iniciativas privadas nuevas, hay un sitio que si no conoces, el Microteatro…

…sí, sí, lo conozco… 

Ese sería un ejemplo de nuevas iniciativas, nuevas ideas de proyectos culturales autosuficientes. Su plan A es la programación que tienen a diario y el B un restaurante y como éste pues cada vez más espacios en Sevilla.

Es una cuestión de voluntades.

Efectivamente, de prioridades. Que la prioridad de este país no es la cultura ya nos lo han dejado claro. Y además entiendo que es con lo que quieren acabar porque la cultura te hace libre y la libertad es «peligrosa». Tienen a la sociedad mermada para que tú no puedas jugar, para que no tengas la mente relajada y activa en pensar y crear. Nos atiborran a problemas para que tú estés centrado y preocupado en eso en vez de en vivir y hacer de tu vida lo que quieres que sea.

Hace poco entrevistábamos a un peluquero de Sevilla que tiene premios y la gente desconoce que tenemos gente muy reconocida fuera de aquí y no aquí. 

Dicen que nadie es profeta en su tierra ¿no? También es verdad que cada uno está muy ocupado en lo suyo y no se puede saber de todos los sectores, habrá más de uno que conozca por primera vez Delimbo después de esta entrevista.

La cultura abre pero también es un mecanismo de cierre porque te permite encauzar y tomar decisiones. Pero parece que la cultura que se fomenta es la del control ajeno. 

Claro, lo tradicional, lo controlable. Mediante la «cultura» históricamente se han controlado las masas y si no que se lo digan a la iglesia por ejemplo. Hace unos días estábamos en El Prado flipando con el Greco, El Bosco, Velázquez… y llegó un momento que Seleka y yo nos sorprendimos con ese mismo pensamiento, al final las artes que han sobrevivido al paso del tiempo han sido las de temáticas que no enfadaban ni a la iglesia ni al estado, las que te han contado la historia tal y como ellos quieren.

¿Y cuál es la parte constructiva? 

¡La actitud! La gente joven se está lanzando, están creyendo en ellos mismos y eso no tiene precio. Gracias a que cada vez hay más proyectos, más gente cree. Eso sirve de inspiración a otra gente. Si tienes los ojos abiertos, te cambia la percepción y te vuelves màs optimista, hay que saber mirar. Nosotros llevamos casi nueve años. Esto es un trabajo continuo, una maratón, no podemos parar, siempre visualizo unos funambulistas. Las apuestas que nosotros hacemos en la galería son muy fuertes pero eso nos encanta de nuestro trabajo, el ofrecer ofertas culturales que de otro modo no hubieran entrado en Sevilla.

Una galería de arte es un negocio pero es mucha pasión por lo que se hace. 

Nosotros estamos ahí porque estamos enamorados de lo que hacemos sinceramente, de nuestro trabajo, de los artistas con los que curramos, de las caras de la gente cuando entran los openings, de la respuesta que estamos obteniendo cada vez mayor… Ha habido inauguraciones que tras seis semanas de montaje estás que no eres persona, pero los opening son siempre gratificantes.

En cuanto a lo de negocio… Los primeros años no pensamos en Delimbo como negocio. Lo normal es montar algo para ganar dinero. Lo de nosotros ha sido totalmente al revés.

¿Qué les pasa a las galerías contemporáneas en Sevilla que no parecen tan contemporáneas? 

De las galerías ajenas no puedo hablar, yo creo que cada uno hace su labor y le dedican tiempo y trabajo. Algunos llevan muchos años y están dentro de su propia película. Muchas vivieron el boom del arte que Sevilla tuvo en los 80 cuando estaba Aizpuru, con artistas como Pilar Albarracín por ejemplo…

Aquí estuvo Pepe Cobo… 

…efectivamente, bastantes años de esplendor artístico donde las galerías vendían cuadros como churros. Después muchos se fueron a otras ciudades como Aizpuru o Pepe Cobo, otros cerraron y algunos que aún se mantienen y nosotros que nacimos en ese desenlace-principio por lo que todo lo aprendimos de cero, no tuvimos que desaprender o reinventar nada.

Cuando abrimos algunas personas nos decían “pero ¿dónde van estos chavales?”, y además con nuestra línea expositiva centrada en el arte urbano, y por aquel entonces vendíamos botes de spray y se reían en tu cara (risas). Emociona la evolución que está habiendo en esta ciudad.

El otro día viendo This is Opera en La 2… 

Yo es que la tele, no tengo antena…

…yo suelo ver series sobre todo…

Y yo, pero me las descargo. A mí el hecho de encender la tele, solo los anuncios ya te contaminan la cabeza. Llevo más de 15 años sin ver la tele ni leer prensa, me informo desde otras fuentes e intento filtrar la información que me llega si no es imposible consiguen deprimirte para que no hagas nada excepto consumir claro.

Vivimos una sociedad muy erótica, quiero decir que perpetua el deseo de forma continua. Como en las relaciones actuales donde todo es deseo y nada más. 

Si, el deseo es un arma. Creo mucho en la pasión.

No hablo como la pasión malentendida, de forma pasiva. 

Claro, la pasión hay que trabajarla creando y la mente hay que ocuparla no que preocuparla.

Se nos ha creado que ciertas cosas que son de acción, como algo pasivo, y al revés. 

Quieren que el mundo esté alelado. Yo creo  y espero que habrá un cambio de conciencia que no sé si llegaremos a ver nosotros.

 La gente está enfocando incluso el amor a la infelicidad, a la parte de sufrimiento, de ansiedad, al mal llamado “amor romántico”. No nos hablan del amor como algo creativo. Compte-Sponville en Francia dice que eso muestra que se ha olvidado la ilusión desde lo íntimo a la política. 

Si, por desgracia al ser humano le encanta el drama. Eso es lo que hace que la gente no genere, no digo ya un cuadro, sino crear una vida, la vida que tú quieres tener. Sin ilusión no hay nada.

Y en eso el arte, o mejor que artistas, “creadores”… 

Hay que crear, creer y crecer.

…cuando uno tiene el concepto de creador ya no hay límites. 

Al final es el hecho, la experiencia, y sobre todo la experiencia de recibirlo pero más que eso, de hacerlo. Todo el mundo tiene que tener algo que le haga desprender su creatividad.

Y en esto, ¿qué pueden hacer lo creadores? 

Pues crear. Delimbo es otra creación. Si no lo hacemos no existe. Si tú no haces esta revista pues tampoco. Hay que creérselo y hacérlo.

Tú has experimentado la mutilación de la educación en las facultades por ejemplo. Parece que entran chavales con mucha ilusión y los pican para carne, los estandarizan. 

Es así totalmente, en mi caso me licencié en Bellas Artes, lo mío era auténtica vocación,  mi padre es artista, mi madre hacía teatro, y me metí allí porque pensé que era lo que realmente tenía que estudiar. Ahora, veo personas como Seleka, autodidactas que ha usado su tiempo de la manera que lo ha usado y quizás haría las cosas de otra manera no sé.

Yo he tenido profesores muy buenos como Dionisio González y otros de los que no voy a hablarte jamás. Hay profesores de Bellas Artes que no van a pisar una exposición ni van a pintar un cuadro en su vida.

Lo mejor de mi promoción fué «Blind Man» un grupo artístico con alumnos de diferentes años y con Alejandro Durán como precursor. Hacíamos exposiciones, performances (parece otra vida) y eso daba mucho dinamismo. En definitiva todo depende de uno mismo.

Por lo que he visto a nivel educativo se recorta la creatividad de los alumnos. 

Afortunadamente no siempre es así, pero es cierto. Es a lo que voy, que sí, que es lo que nos ha tocado y una vez lo aceptemos y más pronto pongamos la solución individual a eso pues mejor. Ni yo voy a cambiar el mundo ni lo vas a cambiar tú pero si podemos al menos intentar estar satisfechos con uno mismo haciéndolo lo mejor que podamos.

Es bueno ver que no somos islas y que hay gente con la misma voluntad de aportar cosas. 

Es una carrera de fondo pero ¡si!

Han vendido mucho la inconstancia. 

Es lo que han vendido, te vuelvo a decir, es una carrera de fondo. Hay gente que ve Delimbo como un proyecto final y nosotros muchas veces pensamos que no he hecho más que empezar. Yo no sé dónde me va a llevar la vida, lo que sé es que no voy a estar haciendo algo que no quiero hacer. Lo que no hago es limitarme.

Quería preguntarte por tus padres y el papel en tu espíritu creativo. 

Mi padre es artista y está todo el día creando. No para de pintar, de esculpir, de hacer poesía visual, lo que pille! Mi madre hacía teatro, y es creativa, en su propio negocio. Pero sobre todo lo más importante es el apoyo que he recibido siempre, incondicional. “Que la niña se pone a hacer performances y hay que ir con ella a las Minas de Río Tinto un verano entero a grabar un vídeo, pues allí voy.” Y uno me ayuda grabando… yo tengo becada una Video-Performance por el I.A.J por ejemplo que hice entera con ellos. Me han ayudado con Delimbo, no se pierden un opening. Creen en mí, en nosotros. Es eso, que te den la oportunidad, que confíen. He tenido la suerte de tener la oportunidad. Todo el mundo debería tener la oportunidad de poder dedicarse a lo que le gusta.

Gracias a la Revista Distopía y sus lectores.

Seleka & Laura.

 Aarón Reyes (@tyndaro)