Una exposición sobre dinosaurios para todas las edades recorre durante este mes la provincia de Cádiz. A juzgar por las visitas, siguen teniendo ‘tirón’

 Hace ya veinte años que la magia de Spielberg puso de moda a los dinosarios. Parque Jurásico fue una de las películas más taquilleras del momento e hizo que todas las edades se interesaran por los saurios (grandes y pequeños) que vivían en nuestro planeta hace más de 65 millones de años. Desde entonces ha habido distintos filmes al respecto, unos de Spielberg y otros no, hechos con bastante presupuesto y con más o menos realismo. Este ‘tirón’ no podía pasar desapercibido para las productoras que se centran en financiar películas, series y demás pensando en los niños y quizá ésa sea una de las claves para saber el éxito que está teniendo la muestra ‘Dino Expo’, en su paso durante el mes de noviembre por la provincia de Cádiz. Primero le tocó a El Puerto, luego a la capital y finalmente ha recalado en Jerez, en concreto, en el recinto ferial de Ifeca, donde permanecerá abierta el fin de semana próximo: días 22, 23 y 24 de este mes.

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 A lo largo de más de 2.000 metros cuadrados se podrán ver a réplicas de algunos de los ejemplares más conocidos e importantes que poblaron La Tierra, tales como el diplodocus, estegosaurio, el velocirraptor o el tiranosaurio rex, unas maquetas a tamaño real (según se informa) que harán las delicias de los visitantes y en especial de los niños de corta edad, que desde hace algunos meses viven totalmente pendientes de las aventuras animadas de un grupo de teranodones y un rex que les enseñan todo sobre su mundo. También es verdad que luego reciben las explicaciones de un paleontólogo que argumenta todas las hipótesis lanzadas sobre estosanimales, así que la finalidad didáctica queda totalmente patente.

Es cierto que las maquetas de la muestra son su punto fuerte, aunque acabarán pronto de verlas, eso sí. Luego están cráneos y fósiles de algunos ejemplares, como la mandíbula de un impresionante megalodón (tiburón prehistórico). Lo que a mi parecer sí se echa en falta (quizá viene dado por el carácter itinerante de la muestra) son las explicaciones parejas, ya que en algunas ocasiones requiere un ejercicio de búsqueda para aclararse con las especies (algunas son parecidas, hay que fijarse en el tamaño o en unas manchas, por ejemplo) y que tampoco haya un horario definido de las proyecciones que se emiten en la zona de audiovisuales (se emiten de manera continua, pero tampoco sabes hasta que te metes en la historia si te toca la vida del argentinosaurio o del rex). Además de los grandes saurios, también los había pequeños y precisamente son éstos los que tuvieron más suerte a la hora de sobrevivir (de hecho, el factor peso fue fundamental para la supervivencia, más de veinticinco kilos parecía un caso de muerte segura) tras el cataclismo acontecido, meteorito, cambio climático o mano alienígena –hasta de eso se habla- que acabó con ellos.

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Junto a la muestra, se puede visitar otra sobre la forma de vida de los neandertales, desde qué cazaban, a quién estaba al mando o simplemente cómo eran esas cabañas que utilizaban para refugiarse, ya que eran nómadas. En ese sentido, creo que se podría ahondar un poco más a la hora de transmitirlo al espectador (el precio de la entrada es de seis euros para adultos y niños mayores de dos años) pues apenas es una pincelada de lo que se podría enseñar. Eso sí, los niños que asistan seguro que se lo pasan en grande haciéndose fotos con estos ‘tiernos’ animalitos, ejerciendo de paleontólogo descubriendo esqueletos en una mini excavación, viendo salir en una representación a un ejemplar ‘vivo’ o simplemente tomando unas palomitas de maíz.

 

Noemí González